Sube el tono del pleito entre políticos de EE. UU. por cierre

El entrampamiento por el cierre administrativo en EE. UU. tiene como telón de fondo las elecciones legislativas, publica El País

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elsalvador.com

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2013-10-04 9:00:00

ESTADOS UNIDOS. Las acusaciones mutuas entre republicanos y demócratas por el cierre administrativo que ha dejado sin empleo a más de 800 mil personas hace que suba el tono del pleito político sin visos de una pronta salida.

Ese estira y encoge fue lamentado ayer por el Departamento de Estado, debido a la imagen del país en el exterior.

La portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, mencionó ayer varios titulares que “reflejan que (el cierre de la Administración) afecta negativamente a la posición (estadounidense) en el extranjero”.

La portavoz culpó al Congreso estadounidense de dañar la imagen estadounidense con un cierre de la Administración “completamente evitable”.

“Para un Congreso que habla tanto del carácter excepcional de Estados Unidos, están enviando el mensaje opuesto en todo el mundo”, afirmó Harf.

Más temprano, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, acusó a los demócratas de tratar como si fuera “un juego” la paralización parcial de la Administración y les instó a negociar y afrontar “el problema de gasto” público estadounidense.

En una rueda de prensa, Boehner aseguró que el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, “no está dispuesto a hablar” hasta que los republicanos se rindan en su intento de vincular sus ataques a la reforma sanitaria con la búsqueda de un acuerdo presupuestario.

“Su actitud es: ‘No nos importa cuánto dure esto, porque estamos ganando’.Esto no es un maldito juego”, exclamó Boehner.

“Los estadounidenses no quieren el cierre (paralización) de la Administración, y yo tampoco”, afirmó. “Queremos que haya justicia” con respecto a la reforma sanitaria, “es tan simple como eso, pero tiene que empezar con una simple conversación”, añadió.

Los republicanos piden desde el martes la convocatoria de un comité de conciliación que reúna a miembros de ambas cámaras del Congreso para negociar sobre esta severa crisis, pero los demócratas mantienen que sólo lo harán cuando la oposición permita reabrir todas las actividades de la Administración.

Por el otro lado, los demócratas resaltaron los desacuerdos en el Partido Republicano, donde el renuente liderazgo partidista está siendo azuzado por figuras conservadoras como el senador Ted Cruz para que se enfrente con la Casa Blanca en torno al financiamiento gubernamental y la ley del seguro médico llamado “Obamacare”.

Para restaurar las labores del gobierno federal, “hará falta cierto entendimiento en la parte republicana”, dijo la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

“Es muy difícil negociar con los republicanos cuando no pueden negociar entre ellos”, declaró el viernes Pelosi al programa “This Morning” de la cadena CBS.

Debido a la crisis que se podría agudizar aún más si antes del 17 no llegan a un acuerdo y el gobierno se queda sin dinero para pagar sus cuentas, el presidente Barack Obama canceló toda su gira por Asia.

Entre tanto, la Cámara Baja trabajará hoy y prevé votar “para asegurarse de que todos los empleados federales que han sido cesados reciban su salario cuando acabe el cierre (paralización administrativa) del Gobierno”, anunció el mismo congresista.

¿Pero qué es lo que no deja hallar la salida a la crisis?

El periódico español El País publicó ayer una columna de opinión en la que su autor José Carlos Díez afirma que el telón de fondo en el conflicto son las elecciones legislativas.

“La lucha política de cara a las elecciones legislativas del próximo año ha vuelto a bloquear la acción política en EE. UU.”, indica.

Y prosigue: “Los Republicanos siguen dominados por una minoría de libertarios y los liberales, allí son los demócratas, se niegan a renunciar a su reforma sanitaria. Esta reforma fue la bandera electoral de Obama para su reelección y será su mayor logro histórico, algo que ninguno de sus antecesores demócratas no pudo lograr”.

El columnista añade que “los Republicanos están en el filo de la navaja con el chantaje permanente, pero saben bien que si se pasan de la raya volverán a perder estrepitosamente las próximas elecciones”.

Para Carlos Díez, profesor de economía de Icade Business School, el pleito político es más un espectáculo.

“Desde fuera el ruido es ensordecedor y la sensación es de extrema tensión. Pero estamos hablando del país de Disney y Hollywood”, dice en su columna. —AGENCIAS