Libre etarra condenada a más de 3,800 años de cárcel

La integrante del grupo terrorista español ETA llevaba 26 años en prisión por 23 asesinatos y varios atentados entre la larga lista de delitos

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elsalvador.com

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2013-10-22 9:00:00

ESPA??A. La etarra Inés del Río, de 55 años, salió ayer de la prisión de Teixeiro, en la provincia de La Coruña (noroeste de España), después de que la Audiencia Nacional española decidiera su excarcelación en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Los 17 magistrados que componen el pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional adoptaron por unanimidad esta decisión, al entender que el fallo del Tribunal Europeo en ese sentido es claro “y concluyente”.

El caso de Inés del Río, condenada a más de 3,800 años de prisión por 23 asesinatos, atentados, tenencia de explosivos y falsificación de documentos, puede suponer la puesta en libertad de más de medio centenar de presos etarras en cárceles españolas.

En los últimos años, Inés del Río había cumplido condena en Teixeiro por delitos, entre otros, de atentados, asesinatos, estragos, tenencia de explosivos y falsificación de documentos.

Del Río recurrió ante el TEDH, la llamada “doctrina Parot”, una jurisprudencia del Tribunal Supremo español, que toma su nombre del etarra francés Henri Parot y obliga a computar los beneficios penitenciarios sobre el total de las penas y no sobre el límite máximo de cumplimiento de 30 años de prisión, lo que supone una prolongación de la estancia en la cárcel.

El TEDH dictaminó que la “doctrina Parot”, aplicada en España a condenados por delitos graves de terrorismo y otros, violaba dos artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos, decisión esta que España recurrió y que el lunes fue confirmada por el Tribunal Europeo en respuesta al recurso.

Además de etarras encarcelados, esta sentencia puede beneficiar a presos condenado por graves delitos, como el asesinato.

Al decidir la puesta en libertad de Del Río, los magistrados de la Audiencia Nacional española afirmaron que “desde hoy (ayer) se consideran extinguidas sus responsabilidades penales por cumplimiento de condena” de la presa, que estuvo 26 años y tres meses en prisión.

Una quincena de personas, entre familiares y amigos, estaban delante del centro penitenciario gallego para recibir a la que fue miembro del comando Madrid de ETA, una auxiliar administrativa de profesión, originaria de Tafalla, en la provincia de Navarra (norte) y quien ha estado encarcelada desde julio de 1987.

Vestida de negro, Del Río repartió abrazos y besos entre la comitiva que la aguardaba y fue cubierta con una enorme ikurriña (bandera vasca) para resguardarla de los flashes.

Sin hacer declaraciones, Del Río y sus acompañantes abandonaron la zona en cuatro vehículos. A su salida, se escuchó un contundente “ni olvido ni perdono”, proferido por dos hombres portando una bandera española en la que estaba tachado el escudo y que dijeron a la prensa que el Gobierno de España “ha claudicado”.

El otro etarra liberado

Asimismo un juez británico ordenó ayer la liberad condicional del histórico etarra Antonio Troitiño, de 56 años, detenido en el Reino Unido en junio de 2012 a petición de España, a la espera de que las autoridades españolas resuelvan su caso.

El etarra es responsable de sangrientos atentados en los años 80.

El presidente del Tribunal Superior de Londres, John Thomas de Cwmgiedd, aceptó sin reparos la petición de la defensa, encabezada por Mark Summers, de liberar al interesado, que permanece retenido en la prisión inglesa de Long Lartin.

“Visto que (Inés) del Río Prado ha sido puesta en libertad, parece apropiado que Troitiño lo sea también”, afirmó Thomas, quien recordó que el etarra, en prisión preventiva desde su detención en Londres, “ya ha pasado mucho tiempo en la cárcel”.

El juez dictó la libertad condicional de Troitiño, que ya cumplió una condena de 24 años en España, a la espera de que la Fiscalía reciba instrucciones de la Justicia española sobre si retira la petición de extradición que pesa sobre él, lo que llevaría a su libertad permanente. —AGENCIAS