Intervención en Siria acapara cumbre del G20

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elsalvador.com

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2013-09-05 11:00:00

SAN PETERSBURGO, RUSIA. La cumbre anual del G20 que estaba prevista para abordar temas económicos se convirtió ayer en el escenario para los cabildeos de Estados Unidos en busca de apoyo internacional para una intervención militar en Siria.

La cita, que concluye hoy, entre las economías industrializadas del mundo y otras en vía de desarrollo era para tratar de forjar un frente unido para lidiar con temas de crecimiento, comercio, transparencia bancaria y evasión de impuestos, pero Siria acaparó el debate.

El grupo, que representa a dos tercios de la población mundial y el 90 por ciento de su producción, está dividido por asuntos como la agitación en los mercados emergentes y la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir su programa de estímulo monetario.

Sin embargo, ninguna división es mayor, por ahora, que la que existe entre el presidente estadounidense, Barack Obama y su homólogo ruso (y anfitrión de la cumbre), Vladimir Putin, respecto a la intervención militar en Siria. Por ese tema ambos presidentes subieron de tono el miércoles, pero ayer tuvieron que estrechar sus manos y sonreír.

Aunque Obama aterrizó ayer en la antigua capital zarista con la intención de presionar y convencer a sus aliados occidentales de la necesidad de una intervención de castigo contra el régimen de Damasco, a lo largo de la primera jornada de la reunión se escucharon numerosos llamamientos a una solución política.

La mayoría de países del G20 rechazan una incursión en suelo sirio sin un aval de la ONU.

Sin embargo, el Departamento de Estado de EE.UU. afirmó ayer que ha identificado nueve países que dicen han dado un apoyo explícito a una respuesta militar de EE.UU. contra el régimen sirio por el supuesto uso de gas sarín contra la población civil el pasado 21 de agosto en Damasco.

Pese a que la nota de Exteriores no dice cuáles de esas naciones se ha ofrecido a unirse a la acción militar, los países que están de acuerdo en responder con la fuerza contra Siria serían Australia, Albania, Canadá, Dinamarca, Francia, Kosovo, Polonia, Rumanía y Turquía, explicó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

El mandatario de EE.UU., quien también busca la aprobación de ataques militares en el Congreso estadounidense, dijo en una escala en Suecia, previo a la cita en Rusia que “mi credibilidad no está en juego. La credibilidad de la comunidad internacional está en juego”.

“Y la credibilidad de Estados Unidos y el Congreso está en juego, porque (de otro modo) solo nos quedamos en las palabras sobre la noción de que estas normas internacionales son importantes”, agregó.

Por su parte, Putin dijo que cualquier aprobación del Congreso sin una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas implicaría un acto de agresión y acusó al secretario de Estado del Estados Unidos, John Kerry, de mentir al desestimar el rol del grupo Al Qaeda con las fuerzas opositoras.

“Los argumentos de nuestros oponentes son muy débiles. Para ser honesto, son inexistentes”, afirmó Putin en Moscú.

Ministros de Relaciones Exteriores de estados clave del G20 —que incluye a cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU— discutieron la situación de Siria en la reunión, aunque el tema no estaba formalmente en la agenda.

El G20 no cuenta con los poderes del Consejo de Seguridad, pero a Putin le gustaría tener consenso para impedir acciones militares en lo que sería un triunfo diplomático significativo —pero poco probable— para Rusia, el principal proveedor de armas y aliado internacional de Siria.

Asimismo las naciones de la Unión Europea (UE) comenzaron ayer conversaciones de alto nivel sobre Siria en medio de divisiones profundas, abrumadas por la indignación moral sobre el uso de armas químicas y las obligaciones de la lenta diplomacia de las Naciones Unidas.

Además habrá una reunión mañana en Lituania donde los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa de la UE pretenden llegar a una postura común sobre Siria, la cual según declaraciones emitidas el jueves parece difícil de concretar.

Desde Rusia, la canciller alemana Angela Merkel dijo: “No creo que hemos llegado a una postura común”. Y aunque Catherine Ashton, jefa de Relaciones Exteriores de la UE, dijo con cautela en Vilna, capital de Lituania, que “había hablado cuidadosamente con nuestros colegas y aliados”, el presidente del grupo europeo, Herman Van Rompuy, desde San Petersburgo, insistió abiertamente en la cooperación de la ONU, lo que molestó a los franceses y profundizó las divisiones.

En un rechazo a la urgencia de Francia de intervenir en Siria, Van Rompuy dijo a los reporteros que las naciones de la UE tenían que subrayar “la necesidad de avanzar sobre la base de buscar una solución a la crisis siria mediante el proceso de la ONU”.

Investigación de ONU

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, prometió ayer a los líderes del G20 que pronto serán desvelados los resultados de la investigación sobre el posible uso de armas químicas en Siria.

“Los científicos (en cuatro laboratorios en Europa) están trabajando contrarreloj para asegurar un rápido resultado, que debe respetar los más altos estándares profesionales sin llegar a comprometer su integridad”, afirmó Ban durante la cumbre del G20 en San Petersburgo.

Según el comunicado emitido por el portavoz del secretario general, Ban añadió que “después de que el equipo (de científicos) me informe sobre el resultado, comunicaré de inmediato los resultados de la investigación al Consejo de Seguridad y a todos los países miembros”.

Ban, que calificó de “horrible” el ataque perpetrado el pasado 21 de agosto contra el barrio de Guta de la capital siria, aseguró que los expertos inspeccionaron tanto las áreas afectadas, como los hospitales donde las víctimas son tratadas, entrevistaron a testigos y recogieron muestras biomédicas y medioambientales. —AGENCIAS