Intervención en Siria, ante un destino incierto en el Congreso de los EE. UU.

El Gobierno de Barack Obama busca reforzar sus argumentos para lanzar un ataque contra el régimen sirio

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elsalvador.com

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2013-09-01 7:00:00

WASHINGTON. El Congreso de Estados Unidos apenas ha resuelto ningún tema trascendental desde 2010, y ha sido incapaz de completar lo que una vez fueron responsabilidades básicas sobre carreteras, escuelas, granjas o el correo del país.

Pedir a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y al Senado, bajo control demócrata, que se pongan de acuerdo en una acción militar – ya un asunto controvertido en el seno de ambos partidos y de enfrentamiento entre ellos – inyecta una nueva dosis de incertidumbre en la reacción de Washington a la crisis de Siria.

Dado que el Congreso no empezará a debatir hasta el 9 de septiembre como muy pronto, porque están de vacaciones, la pregunta sobre la política en Siria quedará suspendida durante semanas, subrayada por un debate emotivo y probablemente agrio.

Eso quedó patente el sábado inmediatamente después de que el presidente Barack Obama anunciara por sorpresa que pediría autorización para ejecutar ataques militares limitados en Siria al Congreso, muchos de cuyos miembros, según se ha quejado él mismo, se oponen automáticamente a cualquier cosa que él proponga.

Nadie con conocimiento del Congreso estaba dispuesto a predecir con confianza cómo lidiarían las Cámaras con una resolución para permitir ataques en Siria.

La incertidumbre se intensifica por la relación de Obama, a menudo tensa y distante, con el Congreso.

Un asesor demócrata de la Cámara de Representantes, bajo condición de anonimato, dijo que la “votación dependería de los republicanos” porque los demócratas “estarán divididos a la mitad”.

Cuando se le preguntó qué resultado se podría obtener en las votaciones en las dos cámaras, el senador republicano Bob Corker de Tennessee dijo que pensaba que podía ser “problemático”.

Divisiones

Algunos miembros “pueden no comprender lo que está sucediendo” en Siria, dijo a CNN, y “el pueblo americano hoy no apoya esto … No creo que el país esté ahí”.

Jon Alterman, director del Programa para Oriente Próximo del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo: “La decisión de sumar al Congreso cuando (Obama) no ha tenido un gran éxito trabajando con el Congreso me parece una apuesta”.

“El presidente y el secretario de Estado han tratado de mostrar resolución, pero la cuestión es: ¿Qué pasa si no consiguen el apoyo que quieren y qué quiere decir sobre la capacidad del Gobierno para liderar el país?”.

El asunto de Siria es muy complejo políticamente, y causa divisiones en el seno de los partidos y entre ellos, sobre todo en los extremos.

Algunos demócratas de tradición liberal han sido escépticos hacia una intervención y varias decenas de demócratas firmaron una carta el jueves preocupándose por entrar en una “guerra imprudente”.

Algunos de los republicanos más conservadores, como el representante por Michigan Justin Amash, también se han mostrado escépticos.

Partidarios de la intervención, incluyendo al senador por Arizona John McCain y la senadora de Carolina del Sur Lindsey Graham, no llegaron a respaldar la autorización, y dijeron en un comunicado conjunto que les preocupaba que el plan limitado de ataques militares de Obama no fuera lo suficientemente lejos como para satisfacerles.

McCain afirmó en la cadena CBS que desea ver “un plan y una estrategia” para Siria que vayan más allá de “lanzar algunos misiles de crucero”.

La petición de autorización, escrita con cuidado como respuesta al uso de armas químicas u otras armas de exterminio, llegó de la Casa Blanca en forma de resolución, que requerirá la aprobación de ambas cámaras del Congreso.