El derecho y el deber de votar en el extranjero no se pusieron de manifiesto entre los más de 60 mil salvadoreños que residen en las provincias de Ontario y Manitoba en Canadá, ya que menos del uno por ciento tramitó su Documento Único de Identidad (DUI) con miras a emitir su voto en las elecciones presidenciales de 2014.
Desde marzo pasado fueron inaugurados los cuatro duicentros en las ciudades de Toronto, Ottawa, Vancouver y Montreal y cada uno prestó servicio al público hasta en horarios extendidos para que más salvadoreños tuvieran el tiempo de acercarse y realizar el trámite antes del 5 de agosto, sin embargo los resultados no fueron los esperados.
Óscar Toledo, cónsul de El Salvador en Toronto, manifestó que en su oficina consular en un período de cuatro meses se atendió un total de 450 compatriotas para que tramitaran su DUI y de estos solo 400 se empadronaron. Las otras 50 personas no estuvieron interesadas en inscribirse en el padrón electoral y solo obtuvieron el documento para realizar trámites personales.
“No se lograron las expectativas que se tenían que eran por lo menos del 10 por ciento y obviamente hubo muchas situaciones que incidieron”, aseguró el diplomático.
Entre los factores que Toledo destaca como puntos desfavorables al proceso fue la distancia, ya que hay jurisdicciones como Winnipeg y Brandon donde la cantidad de salvadoreños podría alcanzar más de siete mil y donde el servicio no fue llevado porque la ley no lo permite y no tenían el equipo para ser llevado a las comunidades.
Otro elemento importante que afectó el interés de la población fue que la partida de nacimiento requerida para el trámite debía tener menos de doce meses de extendida. A esto le sumó el tiempo limitado que tuvieron los compatriotas para realizar la gestión.
Y como último factor y no menos importante es la relación de pertenencia que los compatriotas tienen con la política de El Salvador. “La población salvadoreña en Canadá empezó a venir hace 25 o 30 años y las relaciones con el país tienden de alguna manera a enfriarse y perder el sentido de pertenencia a medida que (las personas) van teniendo más años de vivir aquí”. Aun así, Toledo aseguró que muchos compatriotas con décadas de residir en Canadá se acercaron para solicitar su documento de identificación.
Manifestó que como sede diplomática trataron de correr la voz en la comunidad para animar a los salvadoreños a obtener el DUI y empadronarse. Todas las semanas fue invitado a Radio Voces Latinas y Radio Voces Hispanas para explicar el proceso, además recibió la cooperación de propietarios de negocios salvadoreños que le ayudaron a realizar un video para que fuera divulgado.
Desinterés
Cuando se abrieron los duicentros en cuatro principales ciudades de Canadá quizá se pensó que con ello se daría el servicio a la mayoría de salvadoreños residentes en este país, sin embargo provincias y ciudades significativas donde la comunidad es populosa quedaron fuera de ese cálculo. Tal es el caso de Winnipeg y Brandon donde la comunidad siempre ha necesitado de consulados móviles para obtener pasaportes y trámites notariales, pero está vez quedó fuera del servicio de emisión del DUI y empadronamiento. Toledo aseguró que en Toronto no extendieron ningún documento de personas que vivieran en la provincia de Manitoba.
Josefina Pacheco, quien vive en Brandon desde hace ocho años, se quedó esperando que el servicio llegara hasta esa zona. Cuando fue de vacaciones a El Salvador intentó obtener su DUI, “fui dos veces al Duicentro y fue terrible, la primera vez no tenían sistema, los empleados medio pesados, estaba súper lleno y no pude hacer nada. La segunda vez que fui me dijeron que debía hacerlo con el consulado de mi distrito y yo no podía gastar dinero para ir hasta el consulado en Toronto. Creo que eso fue una de las grandes barreras para la gente”.
Jaime Alvarado también vive en Brandon, pero a diferencia de Pacheco, él no se dio cuenta que el consulado en Toronto estaba prestando el servicio, sin embargo al consultarle si hubiera hecho el viaje para tramitar su DUI dijo que no. “Es un pasaje que es bastante caro y si va mi esposa conmigo, estamos hablando de más de 500 dólares por cada uno”.
Alvarado fue claro y dijo que el voto en el exterior es un derecho que el salvadoreño tiene donde quiera que se encuentre pero “sabemos que eso no cuenta porque al fin y al cabo ellos hacen lo que quieren independientemente del partido que esté en el poder… pero sí me hubiera gustado votar”.
Pero no solo los residentes en Manitoba se quejan, Iván Romero vive en Toronto desde hace 29 años y tampoco se mostró interesado en obtener su documento de identidad con dirección canadiense “porque en El Salvador no me sirve, aparte que el costo es bien alto y si no me va servir más que para votar aquí para qué lo quiero”. Sin embargo aseguró que muchas personas con quien habló si estaban interesadas en emitir su voto pero no les gustaban “ciertas cositas”, como la limitada validez que tiene fuera de El Salvador. “Yo creo que deben hacer modificaciones a la ley, si no ¿qué sentido tiene?”.