LA HABANA. El crucero coheteril Moskva encabeza una flotilla de tres buques de la marina de guerra de Rusia que llegó ayer a La Habana para una “visita amistosa” de varios días.
El Moskva disparó varias salvas de artillería cuando se encaminó en la Bahía para entrar a La Habana y en respuestas una batería cubana también los hizo desde la fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña.
La visita de los tres buques rusos se anunció el viernes en el diario oficial “Granma” sin que se den precisiones de cuántos días estarán “amistosamente” en la isla. El Moskva estará abierto al público el lunes, señaló la publicación.
Decenas de turistas y cubanos observaban la llegada de la flotilla militar rusa en su primera visita a la isla en cuatro años.
El Moskva, el vicealmirante Kulakov y el Iván Bubnov izaron en su popa banderas blancas con una cruz de San Andrés azul mientras las tripulaciones estaban formadas en la cubierta en el momento en que entraban por la Bahía de La Habana.
Cuba fue aliada de la Unión Soviética, con estrechos lazos políticos, económicos y militares que duraron 30 años hasta la desaparición de esa nación a inicio de los 90.
Con la presidencia de Boris Yeltsin (1991-1999) los dos países se distanciaron, pero después poco a poco la colaboración fue reanudándose, en particular con la llegada a la presidencia de Vladimir Putín en el año 2000 y después con su sucesor Dmitri Medvedev, quien en febrero de este año visitó la isla.
La inmensa mayoría del armamento de Cuba fue fabricado en la Unión Soviética.
La “visita amistosa” de la flota de guerra rusa se da tres semanas después de que las autoridades de Panamá descubrieran armamento cubano de fabricación rusa escondido en el carguero norcoreano “Chong Chon Gang”.
De acuerdo con el gobierno cubano, el buque norcoreano transportaba para ser reparado en la nación asiática un cargamento de “240 toneladas métricas de armamento defensivo obsoleto: dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión”.
El cargamento constituye una violación al embargo de armas de Naciones Unidas a Corea del Norte. El carguero sigue retenido en Panamá y sus 35 tripulantes detenidos.
Entre tanto, el periódico oficial Granma indicó que “la jefatura y tripulación de los buques (rusos) cumplirán un amplio programa de actividades que incluyen visitas de cortesía al jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria… a la Academia Naval Granma… así como recorrerán lugares de interés histórico y cultural”. —AGENCIAS