Venezuela inicia carrera electoral en municipios

Expertos opinan que comicios son un "examen" para Maduro

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elsalvador.com

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2013-08-05 9:00:00

CARACAS. Las elecciones municipales en Venezuela son en diciembre, pero tanto el Gobierno como la oposición ya arrancaron la contienda electoral que, según expertos consultados por algunos medios, tendrá sabor a plebiscito para el chavismo.

El periódico estadounidense El Nuevo Herald publica en su sitio web que los comicios edilicios son vistos como un “examen de la gestión de Nicolás Maduro”, la cual se llevará a cabo bajo un sistema electoral cuestionado por la oposición, tras las elecciones presidenciales de abril.

Según consigna el medio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela empezó a recibir ayer las postulaciones de los aspirantes a alcaldes (337) y concejales (2,455) que los venezolanos elegirán el próximo 8 de diciembre, cuando se cumplirá un año del último discurso del fallecido presidente Hugo Chávez, cuya enfermedad motivó la postergación de esos comicios tres veces.

“Se convertirá en un plebiscito para Maduro en diciembre cuando estará más lejos el recuerdo de Chávez. Pero la oposición tiene el reto de volver a conectarse con el electorado, tras concentrarse —sin éxito— en acusar al gobierno de ilegítimo”, dijo el analista Luis Vicente León, de acuerdo con el artículo periodístico.

El líder opositor Henrique Capriles apuesta a lograr una mayoría de votos que no permita ocultar, según él, la evidencia del truinfo. “Hagamos del 8 de diciembre una elección nacional”, clamó el pasado sábado. Su discurso se ha centrado en la escacez de alimentos, la delincuencia y la inflación económica, enfatizando en la necesidad de hacer un “cambio” de gobierno, plantea El Nuevo Herald.

Artistas en la lista

Del lado del oficialismo, Maduro apuesta por poner rostros de la farándula entre los candidatos a las alcaldías más emblemáticas de Caracas.

El periódico español El País publica en su edición electrónica que el presidente venezolano quiere agregar “lentejuelas” a su gobierno, lo cual se desprende del nombramiento “a dedo” de candidatos que se desenvuelven en el mundo artístico.

Esa maniobra es interpretada tanto por el gobierno como por la oposición como un intento para que el chavismo no consiga reponer los márgenes de ventaja con que Chávez solía ganar los eventos electorales, dice El País. De lo contrario, “resultaría un indicio de debilidad del que se podría presumir que el apoyo a la revolución va en declive”.

Por lo tanto, añade el periódico, cada uno de los bandos está motivado no sólo para defender sus baluartes municipales, sino para arrasar al adversario y demostrar fuerza en estos comicios.

Sin embargo, El País apunta que la estrategia de Maduro no es bien vista por la militancia de su partido PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) ni por los aliados del PCV (Partido Comunista de Venezuela), ya que no quiso que las bases eligieran a los candidatos y, peor aún, dejó por fuera a cuadros del partido oficial para poner a funcionarios y a figuras televisivas.

Maduro anunció el domingo que para conquistar dos alcaldías cruciales del este de Caracas, de clase media y tradicionalmente antichavistas, el oficialismo postularía al animador de televisión Winston Vallenilla (municipio Baruta) y al deportista y cantante Antonio El Potro Álvarez (municipio Sucre), dice en la publicación de El País.

Y agrega que ambos formaron parte del séquito de artistas populares que acompañó a Maduro en su reciente campaña presidencial.

El mandatario también anunció la candidatura del actual ministro de Información y Comunicación, el exreportero del diario El Universal de Caracas, Ernesto Villegas, para la Alcaldía Metropolitana.

Para la alcaldía de Maracaibo, la segunda ciudad del país, al noroeste de Venezuela, el gobierno impone como candidato a Miguel Ángel Pérez Pirela, conductor del magazine “Cayendo y corriendo” en Venezolana de Televisión, el principal canal del Estado.

Ante eso, el periódico señala que “si bien la revolución bolivariana del expresidente Chávez nunca se caracterizó por su rigidez ideológica, este pronunciado descafeinamiento de su propuesta electoral marca una nueva etapa en sus prácticas”.