Ejército dice no permitirá la destrucción de Egipto

Unos 38 islamistas murieron ayer en un ataque a un convoy policial en el que se trasladaba a 612 presos

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elsalvador.com

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2013-08-18 7:00:00

EL CAIRO. El ejército egipcio no se mantendrá en silencio frente a la violencia después de que cientos han muerto en los últimos días en disturbios políticos, dijo ayer el líder militar del país.

Ayer también se informó de que 38 simpatizantes islamistas murieron durante un ataque a un convoy policial en el que se trasladaba a 612 presos.

El general Abdel-Fatá el-Sisi también dijo que el ejército no tiene la intención de tomar el poder, y pidió a los islamistas unirse al proceso político.

El-Sisi, que encabezó el golpe de Estado del 3 julio que destituyó al presidente Mohamed Mursi, hizo estas declaraciones durante su primera aparición desde una ofensiva mortal el miércoles contra dos campamentos de simpatizantes del presidente depuesto que dejó cientos de muertos.

El-Sisi se presentó en una reunión de altos mandos militares y jefes de la policía.

“No permaneceremos impasibles ante la destrucción del país y las amenazas contra la población”, dijo

Pidió a los seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi que reflexionen, refiriéndose a aquellos que “se imaginan que la violencia hará arrodillarse al Estado y a los egipcios”.

También señaló que no permitirá que se transmita a los medios de comunicación occidentales una imagen “errónea de que hay una lucha entre el pueblo”, así como que se utilice el islam para “amedrentar a la población”.

El jefe del Ejército señaló que en Egipto hay cabida para todas las facciones y que a las Fuerzas Armadas les preocupa “cada gota de sangre egipcia” derramada.

Sin embargo, pidió a los islamistas que revisen sus “posturas hacia la patria” y que tomen conciencia de que “la legitimidad pertenece al pueblo, que se la da y quita a quien desea”.

En un intento de quebrantar los planes de protesta de la Hermandad, las autoridades realizaron redadas ayer por la madrugada, detuvieron a funcionarios de nivel medio y miembros del grupo en varias ciudades, según funcionarios de seguridad y declaraciones de la Hermandad.

Sólo ayer unos 300 dirigentes de los Hermanos Musulmanes han sido arrestados en varias redadas policiales.

Más tarde, según han informado fuentes oficiales, 38 simpatizantes de Mursi murieron durante un ataque a un convoy policial en el que se trasladaba a 612 presos. Un grupo armado intentó liberar a los detenidos y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad. Durante los intensos enfrentamientos se usaron gases lacrimógenos, por lo que hubo varios casos de asfixia entre los presos.

Más de 900 personas han muerto en Egipto desde el miércoles cuando las fuerzas de seguridad desmantelaron dos campamentos de simpatizantes de Mursi en El Cairo en un operativo que provocó fuertes enfrentamientos.

Mientras tanto, el gobierno egipcio ha comenzado las deliberaciones sobre la conveniencia de prohibir la Hermandad Musulmana, una organización que durante mucho tiempo fue ilegal y que llegó al poder en las primeras elecciones democráticas del país hace un año.

Esta prohibición, que las autoridades dicen que se ejecutará porque el grupo recurre a la violencia, desencadenaría una repetición de la lucha de poder que el Estado y la Hermandad libran desde hace décadas.

La Hermandad encara crecientes críticas públicas por la violencia en curso en Egipto. El jeque Ahmed el-Tayeb, el poderoso dirigente de la mezquita de Al-Azhar, la sede principal de aprendizaje de islam suní, emitió una declaración grabada pidiendo a los miembros de la Hermandad detener la violencia.

“Las escenas de violencia no les otorgarán ningún derecho, y el derramamiento de sangre y el caos que se propaga por todo el país tampoco les darán ninguna legitimidad”, dijo el-Tayeb.