Chong Chon Gang rememora guerra fría y alerta de alza en tráfico armas

Expertos consultados por el diario español El País hacen sus lecturas sobre el hallazgo de armamento cubano oculto en el buque.

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elsalvador.com

Por El Diario de Hoy/Agencias nacional@eldiariodehoy.com

2013-07-18 8:00:00

Las armas cubanas escondidas bajo miles de quintales de azúcar que transportaba el buque carguero con matrícula norcoreana detenido en el Canal de Panamá no es más que el reflejo de los años y la tensión de la llamada guerra fría, reseña en su edición de ayer el diario español El País.

Del equipo bélico que Cuba enviaba a Corea del Norte sin notificarlo, el medio español destaca un sistema de cohetes similar al que se utilizó para derribar un avión U-2 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos el 17 de octubre de 1962 que sobrevolaba Cuba.

Aquel episodio en el que murió el piloto Rudolf Anderson en la llamada “crisis de los misiles” de Cuba, es recordado como uno de los momentos más tensos de la guerra fría, que entonces estuvo a punto de desembocar en un conflicto nuclear, afirma.

El viejo equipo de guerra viajaba de forma ilegal bajo 10,000 toneladas de azúcar en el buque que había zarpado de un puerto cubano a Corea del Norte donde serían reparados y luego devueltos, según el gobierno cubano.

Mientras el régimen intenta bajarle importancia al tipo de armamento diciendo que se trata de equipo “inofensivo obsoleto” y “fabricados a mediados del siglo pasado”, expertos consultados por El País alertan sobre la proliferación del tráfico de armas.

“El caso es parte de un floreciente tráfico que aprovecha el constante incremento de los volúmenes del comercio internacional y la escasez de medios de control para sortear los embargos internacionales de armas”, dice El País.

El experto Hugh Griffiths dijo a ese medio, que en Panamá se ha destapado operación que no fue bien planificada y casi amateur, pues Pyonyang no asume riesgos tan evidentes y prefiere que los cargamentos sensibles hagan escalas en puertos grandes, preferiblemente chinos.

Según Griffith, del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), entidad que estima en casi 500 millones de contenedores al año el comercio global de armas, “el tráfico ilegal marítimo es cada vez más difícil de frenar”.

James Hardy, especialista en Asia-Pacífico de la revista Jane’s Defense que consulta el medio, descarta que el material incautado se destinara para alimentar el programa de misiles y nuclear norcoreano,

Para Griffith, este caso “tiene el aspecto de un trueque: unas cuantas toneladas de azúcar -del que Corea del Norte carece- a cambio de una revisión de material militar”.