G8 apoyará negociación de paz para conflicto Siria

No coincidieron en el futuro del dictador Bashar al Assad

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por

2013-06-18 7:00:00

IRLANDA DEL NORTE. Los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin junto con otros líderes mundiales del G8 resolvieron ayer buscar un acuerdo de paz negociado en Siria del cual surja un gobierno “unido, incluyente y democrático”, pero no coincidieron en si esto significa que el dictador sirio Bashar Assad debe dejar el poder.

El comunicado conjunto al cierre de la cumbre de dos días entre los líderes de las ocho naciones más acaudaladas del mundo pretendió reducir el abismo diplomático entre Rusia, un partidario clave de Assad, y los líderes de Occidente sobre el inicio de las conversaciones de paz en Ginebra para terminar con una guerra civil que en dos años ha cobrado cerca de 93 mil vidas.

La declaración sobre Siria sostiene que el país necesita un nuevo gobierno de coalición “bajo una cúpula que inspire la confianza pública”. No hizo referencia a la posibilidad de que EE.UU., Gran Bretaña o Francia envíen armas a las fuerzas rebeldes sirias, una opción que sigue abierta por los tres miembros del G8. Rusia se negó a respaldar cualquier declaración que indique el derrocamiento de Assad como objetivo explícito, argumentando que sería imposible iniciar pláticas de paz con un resultado predeterminado.

Reflejando las profundas divisiones persistentes, el anfitrión británico, el primer ministro David Cameron, declaró en respuesta a las preguntas de los reporteros que resultaba “impensable que el presidente Assad pueda formar parte del gobierno futuro de su país. Tiene sangre en sus manos. Ha usado armas químicas”.

Putin, hablando de manera simultánea en otro lugar en una medida que algunos diplomáticos consideraron grosero, rechazó la opinión de Cameron al decir que carece de pruebas.

Como un creciente malestar de la presencia de los extremistas musulmanes en las filas de las fuerzas de la escindida oposición siria, el comunicado del G8 indicó que los participantes en cualquier negociación de paz deben aceptar la expulsión del país de combatientes vinculados a la red terrorista Al Qaeda.

La declaración condenó además las violaciones a los derechos humanos cometidas tanto por fuerzas del régimen como por los rebeldes y exhortó a ambas partes a permitir el acceso de expertos en armas químicas de la ONU que tratan de investigar las polémicas acusaciones sobre el uso de estos armamentos no convencionales.

En su único compromiso en concreto, el plan incluye 1,500 millones de dólares más para ayuda para los sirios que tuvieron que abandonar sus hogares por el conflicto: 4,2 millones de personas dentro del país y 1.6 millones más refugiadas en países vecinos. El G8 subrayó que los nuevos fondos cubrirían sólo parte de la petición de $5,200 millones hecha por la ONU para 2013 en ayuda para Siria.

Además los líderes del G8 se comprometieron a intensificar la lucha contra el lavado de dinero y las empresas fantasma que se utilizan para evadir impuestos. Subrayaron que las empresas son motor “del crecimiento, reducen la pobreza y crean trabajos y prosperidad”, por lo que “los gobiernos tienen una especial responsabilidad para promulgar leyes justas y que promocionen el buen gobierno”. —AGENCIAS