Dilma Rousseff se reúne con manifestantes

Las primeras protestas iniciaron hace más de una semana y se han conovocado a nuevas manifestaciones para mañana

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elsalvador.com

Por AP

2013-06-24 3:00:00

La presidenta brasileña Dilma Rousseff hizo un esfuerzo por contener las protestas nacionales el lunes, al reunirse con líderes de un grupo de activistas que piden transporte público gratis, el cual inició las primeras manifestaciones hace más de una semana y ha convocado a nuevas protestas para el martes.

Rousseff también habló con gobernadores y alcaldes de varias ciudades grandes, ampliando su enfoque más directo y personal a la crisis después de ser objeto de críticas por mantenerse en silencio la mayor parte del tiempo y dejar que las protestas se salieran de control.

Para media tarde, ni los funcionarios de gobierno ni los líderes del movimiento se habían pronunciado en público, pero muchos aquí sospechan que ya carecen de medios para detener la ola de protestas.

El lunes hubo algunas manifestaciones aisladas y dos mujeres perecieron cuando un carro las atropelló al tratar de bloquear una carretera en el estado de Goiás, cerca de Brasilia, la capital del país. La Patrulla de Carreteras de Goiás informó que el conductor se dio a la fuga y lo están buscando.

Las protestas en el estado de Sao Paulo también bloquearon el acceso por tierra al mayor puerto del país, en Santos, lo que causó un fuerte embotellamiento de camiones de carga que trataban de descargar sus productos. En Brasilia, un grupo de unos 300 estudiantes que protestaban contra la corrupción bloquearon algunas calles, al tiempo que se esperaba una protesta por la noche en Río de Janeiro.

Expertos señalaron que los manifestantes, aunque desorganizados en su mayoría, controlaban la situación gracias al apoyo de la mayoría de los brasileños, como indican recientes encuestas de opinión, lo que abre una puerta a concesiones a sus demandas de menos corrupción y mejoras a los malos servicios públicos del país.

Algo que complica la situación es el empeoramiento de la situación económica de Brasil. El gobierno ha batallado contra la desaceleración económica y el aumento de la inflación, lo que dificulta un aumento del gasto en los servicios públicos. Las autoridades también están invirtiendo miles de millones de dólares, no sólo en la Copa Confederaciones de fútbol que se desarrolla en estos momentos, sino la próxima Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos de 2016.

Pero el próximo año pudiera ser complicado, en momentos que Rousseff enfrenta la reelección, dijo Trejo. Las protestas han sido las mayores de su tipo en Brasil en por lo menos dos decenios.