ROMA. Fuentes vaticanas informaron ayer que la comisión teológica de la Congregación para la Causa de los Santos aprobó el segundo milagro que se produjo por intercesión del Papa Juan Pablo II, después de ser beatificado.
De acuerdo con la agencia Efe, dicho reconocimiento abre paso a la canonización del papa polaco, pero debe ser aprobado por la comisión de cardenales y recibir el visto bueno definitivo del Papa Francisco.
Sobre la naturaleza de este segundo milagro, el Vaticano mantiene mutismo absoluto.
Sin embargo, el portal español El Mundo publicó que ya había sido aprobado anteriormente por el equipo médico que asesora a la Congregación para las Causas de los Santos, que lo declaró “científicamente inexplicable”.
El hecho tendría como protagonista a una enferma incurable que se habría repuesto tras rezar a Juan Pablo II y solicitar su intermediación, aunque se desconocen los detalles concretos.
Cabe recordar que Juan Pablo II fue proclamado beato en mayo de 2011, en el que fue el proceso de beatificación más rápido de los últimos 500 años del cristianismo, a sólo seis años y 29 días de su muerte.
El milagro que le permitió subir a los altares tuvo como protagonista a Marie Simon-Pierre, una monja francesa a la que en 2001 le fue diagnosticadopárkinson, una enfermedad degenerativa incurable. Al parecer se curó de esa enfermedad después de haberle rezado.
Según lo establece la ley de la Iglesia (el derecho canónico), para que un católico ejemplar sea reconocido formalmente como digno de veneración debe pasar cuatro etapas: siervo de Dios, venerable, beato y santo.
Juan Pablo II podría ser proclamado santo el próximo domingo 20 de octubre, fecha que ya se barajaba por su cercanía al 35 aniversario de su pontificado, entre el 16 de octubre de 1988 en que fue elegido Papa y el 22 en que presidió la misa de entronización.
Karol Józef Wojtyla, conocido como Juan Pablo II desde su elección como Papa en octubre de 1978, nació en Wadowice, a 50 kilómetros de Cracovia (Polonia). Su pontificado de casi 27 años fue el tercero más largo en la historia de la Iglesia. Murió el 2 de abril de 2005.