El volcán Copahue evidenció un descenso de la sismicidad y poca emisión de gases y vapor, pero mantiene una alta actividad y el riesgo de erupción inminente, se informó oficialmente, por lo que se mantiene el alerta rojo y la evacuación de Caviahue.
El operativo está a cargo del Comando Operativo de Emergencia (COE), dirigido por Defensa Civil de Neuquén y en el que confluye la Secretaría de Seguridad de la Nación, el Ejército, Gendarmería, los municipios de la zona y otros organismos nacionales y provinciales.
Con informes del geólogo Alberto Caselli, de la Universidad Nacional de Río Negro, y de los organismos chilenos Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y el Observatorio Vulcanológico del Sur (OVDAS), el COE elabora un informe diario que se emite a las 20, con la disposición consiguiente.
Alrededor de 800 pobladores de Caviahue, villa turística y centro de esquí muy próximo al volcán, fueron evacuados entre el lunes y el martes, y alojados en instalaciones del Regimiento de Infantería de Montaña (RIM 21), en Las Lajas, además de casas de familia en Loncopué, y distintas ciudades del país.
La mayor concentración de evacuados está en el RIM 21, a unos 120 kilómetros de Caviahue, que aloja a 70 personas, entre mujeres, varones, niños y adolescentes, y el resto de la población trasladada se dispersó en la región, en especial en Loncopué, a 54 kilómetros, la localidad más próxima.
“Acá estamos muy bien, los chicos se divierten y si esto sigue van a armar clases o talleres para ellos. Nos ayudan mucho, pero igual esta no es la casa”, expresó su tristeza a Télam Mario Vargas, quien se trasladó al RIM 21 con su esposa, un bebé y dos adolescentes, todos varones.
En otro pabellón, Yesenia Millahuín, joven madre de un bebé, señaló a Télam que ambos están muy bien atendidos, al igual que su mamá y su abuela. “Pero extraño mucho la casa”, se lamenta.
En el cuartel los distribuyeron en dos cuadras, uno para mujeres y niños, y otro para hombres, y se reúnen en un amplio salón -comedor y casino de soldados- donde hay televisores, mesas de ping pong, metegol, pool y peloteros e inflables.
Además agentes del Ministerio de Desarrollo Social de Neuquén, jóvenes voluntarios del organismo, y colaboradores de la Municipalidad de Las Lajas, aportaron juegos de mesa, juguetes, y organizan actividades para los menores.
Raúl Neira, profesor de Matemáticas y ciencias del CPEM 74 de Caviahue, también debió evacuar su casa con su esposa y dos chicos, y como único docente en el lugar naturalmente quedó a cargo de la organización de eventos recreaativos y analiza alternativas educativas por si la situación se extiende.
“Es difícil, porque las escuelas de Las Lajas y Loncopué están al límite, y no se los puede agregar. Los secundarios podrían asistir como oyentes acá, y para los más chicos pensamos en talleres o actividades, más que nada para mantener la cabeza ocupada”, explicó el profesor.
Los alumnos primarios son los más dispersos e incluso algunos fueron con sus familias a Neuquén, Buenos Aires y otras ciudades, en tanto que los secundarios se alojan en su mayoría en el RIM 21.
Neira destacó que los ejercicios habituales de evacuación que hacen en Caviahue se tradujeron en un operativo eficiente, y en pocas horas lograron llevarlo a cabo en caravanas de vehículos.
Del mismo modo, comenzó a planificarse el regreso para cuando sea autorizado por el COE -que dispuso el plazo mínimo del domingo-, lo que sucederá si desaparece el riesgo de erupción inminente o si se produce la erupción y las condiciones de la villa vuelven a la normalidad.
En caso de entrar en erupción, el riesgo para Caviahue es sólo de caída de cenizas, porque los materiales piroclásticos y los lahares -aludes de agua, barro y piedras provocados por el derretimiento de la nieve- quedarían más cerca del cráter del volcán y no la amenazan.
“Dios quiera que entre en erupción cuanto antes”, afirmó el intendente de Caviahue, Oscar Mansegosa, resumiendo un deseo repetido por todos los evacuados. “Si se produce, larga lo que tiene que largar y en pocos días todo vuelve a la normalidad”, explicó.