Despiden a Margaret Thatcher en imponente funeral

Aunque hubo abucheos por parte de algunos de los reunidos en la multitud en Londres para dar el último adiós a la "Dama de Hierro"

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elsalvador.com

Por Reuters

2013-04-17 9:00:00

Realeza, dignatarios y admiradores de todos los sectores dieron el último adiós a Margaret Thatcher el miércoles en el funeral más grande para un líder británico en medio siglo, aunque algunos abucheos de la multitud reunida en Londres fueron un recordatorio de su divisivo gobierno.

La ex primera ministra, a quien la Unión Soviética apodó la “Dama de Hierro”, fue despedida con honores militares, himnos patrióticos, saludos del público y lágrimas.

Su ataúd recorrió las calles de Londres en un armón de artillería tirado por caballos y luego ocho militares lo cargaron en hombros para ingresarlo en la Catedral de San Pablo para un servicio fúnebre al que asistieron la reina Isabel II y 11 primeros ministros de todo el mundo.

En las calles, miles de partidarios observaron el paso del ataúd y algunos arrojaron rosas azules en el camino.

Los opositores cantaban “Ding Dong the witch is dead” (“Ding Dong la bruja está muerta”), de “El Mago de Oz”, y daban la espalda al paso del ataúd, una señal de las divisiones que la primera ministra británica con más años en el cargo en el siglo XX aún genera debido a los tumultuosos cambios que implementó.

Thatcher buscó frenar el declive de Gran Bretaña sufrido tras la guerra con políticas de libre mercado que enfurecieron a sus opositores al aplastar a los sindicatos y privatizar los principales recursos británicos.

Sus partidarios la ven como una defensora de la libertad, mientras que sus opositores la acusan de destruir a comunidades e impulsar una era de codicia.

“La tormenta de opiniones encontradas se centra en la señora Thatcher que se convirtió en una figura simbólica, incluso un ‘ismo’, pero hoy los restos de la real Margaret Hilda Roberts están aquí en su funeral”, dijo el arzobispo de Londres, Richard Chartres, a los dolientes reunidos dentro de la catedral.

Las lágrimas empapaban el rostro del ministro de Finanzas, George Osborne, durante el servicio.

El primer ministro David Cameron y Amanda, la nieta de 19 años de Thatcher, leyeron pasajes del Nuevo Testamento mientras himnos patrióticos sonaban en la bóveda de 300 años de antigüedad.

Al servicio asistieron más de 2.300 personas, incluidos ex primeros ministros británicos, el gabinete de gobierno en pleno, dos jefes de Estado y 17 ministros de Relaciones Exteriores. El ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger también concurrió.

La música incluyó sus himnos favoritos, entre ellos “I Vow to Thee, My Country” (Me comprometo a tí, mi país).

ABUCHEOS

Miles de partidarios se congregaron a lo largo de la ruta que recorrió el féretro de Thatcher cubierto por una bandera británica roja, blanca y azul, en su último viaje desde el centro del poder político en Westminster hasta la Catedral de San Pablo.

La mayoría de las personas aplaudía como muestra de respeto, aunque algunas docenas de oponentes daban la espalda a la procesión.

Un hombre sostenía una pancarta que decía “Buuh!” y algunos gritaban “basura”, mientras los partidarios de la Dama de Hierro arrojaban flores a lo largo de la ruta.

Thatcher, que gobernó el Reino Unido entre 1979 y 1990, murió el 8 de abril después de sufrir un accidente cerebrovascular.

Los sondeos muestran que muchos están descontentos con que los 10 millones de libras (unos 16 millones de dólares) del funeral los pague el contribuyente en momentos de austeridad y recortes de gastos, mientras que algunos diputados de izquierda dicen que el pomposo evento es excesivo.

La ex primera ministra fue homenajeada con salvas desde la Torre de Londres cada minuto y con el silencio de las campanas del Big Ben.

Bandas militares británicas interpretaron a Beethoven, Mendelssohn y Chopin durante el mayor funeral para un político británico desde el de Winston Churchill, héroe de Thatcher, en 1965.

“Fue la primera mujer primera ministra, estuvo más tiempo en el cargo que ninguno en 150 años, consiguió algunas cosas extraordinarias en su vida”, dijo el primer ministro David Cameron, líder del Partido Conservador de Thatcher.

“Lo que está ocurriendo hoy es absolutamente lógico y adecuado”, dijo, rechazando las críticas por los costos y la pompa del acto.

Una nota manuscrita colocada en una corona de flores blancas sobre el féretro decía: “Madre querida, siempre estarás en nuestros corazones”.

Más de 700 hombres y mujeres de las fuerzas armadas británicas rindieron homenaje a una mujer que los llevó a la victoria en la Guerra de las Malvinas en 1982, bajo la mirada de dignatarios extranjeros de unas 170 naciones.