Muere Margaret Thatcher, la “Dama de Hierro”

La exprimera ministra británica falleció a causa de un derrame cerebral tras diez años enferma

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elsalvador.com

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2013-04-08 7:00:00

LONDRES. Margaret Thatcher, la “Dama de Hierro” que transformó al Reino Unido e inspiró a conservadores de todo el mundo al reducir radicalmente el Estado durante sus 11 años en el poder, murió ayer a los 87 años tras sufrir un derrame cerebral, anunció su portavoz, Timothy Bell.

La única mujer en dirigir su partido, Conservador, única en alcanzar el cargo de primera ministra en el Reino Unido y la primera en dirigir una potencia occidental en plena “Guerra Fría” en un mundo liderado por hombres.

Inflexible y directa lideró a los conservadores a tres victorias electorales consecutivas, gobernando de 1979 a 1990, el período más largo de un mandatario británico desde principios del siglo XIX.

Con tesón y estilo agresivo a la hora de negociar, Thatcher acabó casi con los sindicatos, enfrentó a los terroristas del IRA, defendió los intereses británicos frente a Europa, enfiló duras críticas al comunismo y envió en 1982 tropas al Atlántico Sur para defender las islas Malvinas de la ocupación militar argentina.

La fuerte voluntad y la determinación de Thatcher le valieron el nombre de “La Dama de Hierro”, apodada así por la prensa soviética por su férrea oposición al comunismo, a cuyo fin contribuyó por medio de la alianza política y de amistad que mantuvo con el desaparecido mandatario de EE.UU., Ronald Reagan.

“Thatcher y Reagan promovieron la misma agenda reformista: bajos impuestos, reducciones del gasto social, todo el poder al mercado, máxima libertad para la iniciativa privada y constantes restricciones a la actividad del sector público. El Estado era, para ambos, el problema, no la solución”, dice el diario El País.

Su muerte en una habitación del Hotel Ritz fue lamentada por distintos líderes mundiales, quienes realzaron su habilidad política, su voluntad de hierro, su legado al pueblo británico y al mundo, particularmente su lucha contra el comunismo.

El primer ministro británico, David Cameron, suspendió una visita a España y dijo que se perdió a “una gran líder, una gran primera ministra y una gran británica”.

La política “tory” (conservadora) nació el 13 de octubre de 1925 en Grantham (norte de Inglaterra) en una familia de modestos recursos.

Con gran capacidad para el estudio, Thatcher ingresó en un colegio secundario público de carácter selectivo y consiguió entrar en la Universidad de Oxford, donde estudió Química. Pronto halló que su pasión era la política, por lo que estudió Derecho y se graduó como abogada en 1954.

El paso más importante lo daría en 1959 cuando fue elegida diputada por la circunscripción de Finchley (norte de Londres), lo que le permitió ocupar la subsecretaría de Estado de Pensiones en el Gobierno de Harold Mcmillan (1957-63). Después desempeñaría diversos cargos, entre ellos ministra de Educación.

Su carrera al 10 de Downing Street, residencia de los primeros ministros, fue meteórica al ganar los comicios de 1979 en momentos en que el Partido Laborista estaba debilitado y el país parecía paralizado por las huelgas y la crisis económica.

Su llegada al poder supuso una completa transformación del Reino Unido al apoyar la privatización de industrias estatales y el transporte público (trenes y autobuses); la reforma de los sindicatos, a los que prácticamente despojó de poder, la reducción de los impuestos y del gasto público y la flexibilidad laboral.

Sus propias convicciones, fundadas en la competencia, la iniciativa privada, el ahorro y la autosuficiencia, dieron origen a una filosofía política conocida como thatcherismo.

Consiguió rebajar una inflación que parecía no tener freno, pero tuvieron un coste muy alto para la población británica por el aumento de desempleados. La euforia inicial por su llegada al poder se transformó pronto en frustración, a tal punto que los sondeos presagiaban la derrota de Thatcher en las elecciones generales de 1983.

Sin embargo, la inesperada ocupación de las islas Malvinas por parte de los militares argentinos el 2 de abril de 1982 cambió el rumbo de la historia.

Momentos decisivos

La victoria de los británicos en junio de 1982 selló el destino, y la fama, de la “Dama de Hierro”, que se alzó con el triunfo en las generales de 1983.

Con ese triunfo vendrían los años duros de Thatcher, quien no dudó en continuar con el congreso anual de su partido en Brighton (sur de Inglaterra) cuando el IRA perpetró en 1984 un atentado contra el hotel donde se celebraba. Thatcher resultó ilesa, pero cinco personas murieron y algunos colegas cercanos resultaron gravemente heridos.

Pocas horas después del ataque, y según estaba previsto, dio un discurso en la conferencia anual de su partido, prometiendo no ceder en la lucha contra el terrorismo.

O como cuando se enfrentó a los mineros, a los que derrotó en 1985, después de un año de enfrentamientos por el cierre de pozos de carbón.

También en 1984, la entonces primera ministra y su par chino Zhao Ziyang firmaron una declaración bajo la cual Gran Bretaña acordaba entregar Hong Kong a China en 1997, tras 156 años de gobierno colonial británico.

Criticada por unos y admirada por otros, las convicciones políticas de Thatcher la llevaron a una férrea oposición al comunismo, se le reconoce su rol determinante en el derrumbe del bloque soviético junto con Reagan y Mijail Gorbachov, expresidente de la URSS, quien destacó su “gran personalidad política… que quedará para la historia”.

“El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero… de los demás”, dijo alguna vez Thatcher.

No hay dudaque marcaron los años de Thatcher su fuerte alianza con el entonces presidente Ronald Reagan contra el comunismo, aunque se dejó seducir por el carisma de Mijail Gorbachev, con quien, dijo, había “mantenido coloquios excelentes” en relación al fin de la guerra fría.

Con la caída del Muro de Berlín en 1989, a Thatcher le preocupaba que la Alemania unificada dominara Europa.

Tampoco apoyaba una integración europea como la actual, según una entrevista en 1989 y reproducida ayer por El País, Thatcher veía una “Europa federal” irrealizable y defendía un esfuerzo conjunto y eficaz con objetivos económicos comunes.

En la cima de su poder, la particular personalidad de Thatcher la convirtió en una de las figuras más conocidas de Occidente. Era adicta al trabajo, pasaba 18 horas al día en actividad y las culminaba con un vaso de whisky.

Luego de 11 años en el poder, Thatcher padeció una revuelta en su partido y un nuevo impuesto local, que provocó un fuerte descontento social, contribuyó a su caída. Aunque retuvo suficiente influencia para que la sucediera su protegido John Major, quien gobernó hasta 1997.

Su influencia en la política británica se debate hasta hoy, y habrá que ver cuánto perdura tras su muerte. Su cuerpo será cremado y no recibirá funeral de Estado pero sí uno sin fecha aún con honores militares de la Catedral de San Pablo al Parlamento Británico.