Surcorea advierte sobre rápida respuesta ante eventual ataque

Corea del Sur ha cambiado sus reglas de combate para permitir que las unidades locales respondan de inmediato a eventuales ataques, en lugar de esperar la autorización de Seúl

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elsalvador.com

Por Agencia Reuters

2013-04-01 5:00:00

Corea del Sur contraatacará rápidamente ante cualquier ataque de Corea del Norte, advirtió el lunes la presidenta surcoreana, en momentos en que las tensiones aumentan en la península por una retórica estridente de Pyongyang y el despliegue de aviones de combate estadounidenses.

Corea del Norte dice que la región está al borde de una guerra nuclear a raíz de las sanciones que Naciones Unidas impuso por su prueba nuclear y por una serie de ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, que han incluido una inusual demostración del poder aéreo del país norteamericano.

Pyongyang, cuya economía es más pequeña de lo que era hace 20 años, parecía el lunes dar pasos para abordar su apremiante necesidad de inversión mediante el nombramiento de un reformador en el cargo de primer ministro, aunque la medida principalmente afianza el control de la dinastía gobernante Kim sobre cargos clave en el país.

Corea del Norte dijo el sábado que estaba entrando en un “estado de guerra” con Corea del Sur en respuesta a lo que denominó los “hostiles” ejercicios militares que se celebrarán al sur de su frontera.

Sin embargo, no ha habido señales de actividades inusuales de las fuerzas armadas norcoreanas que sugieran una agresión inminente, dijo la semana pasada un funcionario del Ministerio de Defensa de Corea del Sur.

“Si hay alguna provocación en contra de Corea del Sur y su pueblo, debe haber una respuesta firme (…) sin ningún tipo de consideraciones políticas”, dijo la presidenta Park Geun-hye al ministro de Defensa y funcionarios de alto rango en una reunión el lunes.

Corea del Sur ha cambiado sus reglas de combate para permitir que las unidades locales respondan de inmediato a eventuales ataques, en lugar de esperar la autorización de Seúl.

Molesta por las críticas de que su respuesta al ataque a una isla surcoreana en el 2010 fue demasiado lenta, Seúl ha amenazado con destruir las estatuas de la dinastía gobernante y del líder norcoreano, Kim Jong-un, un plan que ha indignado a Pyongyang.

Seúl y su aliado Estados Unidos restaron importancia al comunicado del sábado de la agencia de noticias oficial norcoreana KCNA, visto como el último en una serie de palabras duras provenientes de Pyongyang.

Corea del Norte endureció su retórica a principios de marzo, cuando Estados Unidos y las fuerzas surcoreanas comenzaron ejercicios militares anuales que involucraron vuelos de bombarderos B-2 en una sesión de práctica, lo que provocó que Corea del Norte pusiera a sus unidades de misiles en estado de alerta.

Estados Unidos también envió aviones de combate F-22 el domingo para participar en los ejercicios. Los F-22 fueron desplegados anteriormente en Corea del Sur en el 2010.

Por su parte, Corea del Norte canceló un acuerdo de armisticio con Estados Unidos que puso fin a la Guerra de Corea y cortó todas las líneas directas con las fuerzas estadounidenses, Naciones Unidas y Corea del Sur.

Armas nucleares

La intervención de la presidenta Park se produjo inmediatamente después de una reunión del gobernante Comité Central del Partido de Trabajadores norcoreano, donde el líder Kim Jong-un rechazó la idea de que Pyongyang utilice el desarrollo de su programa nuclear como moneda de cambio.

“Las armas nucleares (norcoreanas) no son bienes para obtener dólares y no estarán (…) puestas sobre la mesa de las negociaciones destinadas a obligar al Norte a desarmarse”, dijo Kim citado por KCNA.

En la reunión, Kim nombró a un puñado de funcionarios de confianza en el politburó del partido, consolidando aún más su poder en su segundo año de Gobierno.

El nombramiento más sorprendente del lunes fue el de Pak Pong-ju como primer ministro, un cargo que había ocupado anteriormente. La decisión probablemente marca otra lucha por el poder en Pyongyang.

Se cree que es un aliado clave de Jang Song-Thaek, tío del joven Kim, y es visto como un peón en un juego de poder que ha mostrado como Jang y su influyente esposa, Kim Kyong-hui, retoman peso en el Ejército.

Los analistas dijeron que la medida posiblemente no cambiará el enfoque diplomático de Pyongyang, que parece estar arrastrando a las dos Coreas cerca de una guerra.