ROMA. El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien intenta nuevamente llegar al Gobierno tras las últimas elecciones, fue puesto bajo investigación por sospechas de sobornar a un senador para que se cambiara de partido en el 2006, dijeron ayer fuentes de la investigación.
El abogado de Berlusconi, Niccolo Ghedini, afirmó que la acusación “no tiene ningún fundamento”.
Las acusaciones se detallaron en un documento de la fiscalía que fue divulgado ayer en el sitio de internet del Parlamento italiano, que debe de aprobar el pedido de la corte para inspeccionar una caja de seguridad de Berlusconi y sus registros telefónicos.
Las nuevas acusaciones llegan en momentos en que los partidos, incluida la agrupación de centroderecha de Berlusconi Pueblo de la Libertad (PDL), luchan por formar un Gobierno después de las elecciones no concluyentes realizadas esta semana, en las que ningún partido logró una mayoría clara en el Parlamento.
Según el documento, el exsenador Sergio De Gregorio dijo a fiscales que Berlusconi le pagó tres millones de euros ($3.9 millones) para abandonar su partido y unirse al PDL, un cambio que desestabilizó al Gobierno de centroizquierda y contribuyó a su eventual colapso.
“Le dije a Berlusconi qué quería (…) que el partido debía darme, ya fuera el partido o él mismo, debía pagarme tres millones”, dijo De Gregorio a los investigadores, según el documento, y añadió que necesitaba el dinero para solucionar dificultades financieras.
El abogado de De Gregorio, Carlo Fabbozzo, aseguró que su defendido ha emprendido la que califica como “operación de verdad” para contar todo lo ocurrido ahora que ha decidido no continuar con su actividad política.
Las nuevas acusaciones surgieron en otra investigación de corrupción contra De Gregorio, quien abandonó el partido Italia de Valores en septiembre 2006 y fue reelecto senador del PDL en 2008.
En otro caso, la fiscalía de Reggio Emilia abrió una investigación por la promesa de campaña de Berlusconi de devolver los impuestos a la renta pagados el año pasado si la centroderecha ganaba las elecciones.
El caso se abrió tras dos denuncias presentadas por ciudadanos que aseguran que la oferta constituye una compra de votos. La funcionaria del PDL Deborah Bergamini indicó en un comunicado que la investigación era “una acción ilógica destinada a intimidar a quienes no les caen bien a los jueces”.
El secretario del PDL, Angelino Alfano, aseguró que “las agresiones por parte de los magistrados contra Silvio Berlusconi están empezando de nuevo” y sostuvo que su partido organizará una manifestación “en defensa de la soberanía del Pueblo de la Libertad y la democracia italiana”.
Con frecuencia, Berlusconi afirma que los casos en su contra son planeados por “jueces izquierdistas” para dañarlo políticamente. —AGENCIAS