“El liderazgo de Hugo Chávez no va a tener sustituto en el populismo latinoamericano. Razones se pueden apuntar varias, pero la principal es que nadie, ni Rafael Correa ni Cristina Fernández, por citar dos que se están moviendo mucho, tienen el petróleo con que comprarlo”. Estas son palabras del bloguero del diario espańol ABC, Emili J. Blasco.
“El ‘regalo’ a los Castro de casi 100 mil barriles diarios durante estos ańos ha sido la tabla de salvación de Cuba tras la zozobra por el hundimiento del gran hermano soviético. Al mismo tiempo permitió la unción de Chávez como el heredero de la revolución en el hemisferio”, agrega Blasco.
Asegura que “la isla no paga ninguna cantidad directa por el petróleo, sino que, de acuerdo con el convenio firmado por los dos países, sufraga la compra con la presencia de unos 100 mil cubanos en Venezuela para la prestación de diferentes servicios (polémicos, en algunos casos, por su función de ‘comisarios’). Cuba consume la mitad de ese petróleo, la otra mitad la vende… En 2012 recibió unos 95 mil barriles/diarios”.
Y es que Chávez era extrovertido, impúdico, e hizo del ejercicio del poder un espectáculo mediático en el que se presentó como “defensor de los pobres, azote de los ricos”, continuador del libertador Simón Bolívar y antagonista del “Imperio”, como llamaba a Estados Unidos.
“Técnicamente su sucesión no es un problema y el marco legal del relevo está claro y funcionará fácilmente. Otra cosa es si la herencia puede ser administrada por un albacea o, dicho de otro modo, si Chávez tiene un sucesor. Todo permite suponer que no”, escribió en un Obituario, Enrique Vásquez, en el mismo ABC espańol. Un presagio con eco para toda Latinoamérica.