Un profesor de historia jubilado y un repartidor de bidones de agua se casaron el pasado miércoles en Pekín, en una boda sin validez legal retransmitida en vivo por Internet, y que terminó repentinamente con la irrupción del hijo de uno de ellos, según publicó el diario El País.
Los novios publicaron en Sina Weibo varias fotografías de su boda, uno de ellos con un moño torcido y el otro vestido de novia.
No han querido revelar sus nombres o edades reales. Ellos se llaman entre sí “dabao” y “xiaobao”, que significa “gran tesoro” y “pequeño tesoro”, apodos cariñosos usados por muchas parejas chinas.
“Nadie nos quitará el amor que tenemos el uno por el otro. Siempre estaremos juntos y nadie nos separará”, fue el comentario escrito por la pareja en internet.
En 2005, el diario China Daily publicó un informe que decía que hay más de 30 millones de homosexuales en China, aunque el estudio también reconocía que la mayoría de los chinos nunca declararían en público su homosexualidad.
Evidentemente esta pareja no está en la última parte de las estadísticas.