El cónclave iniciará antes de lo previsto

El papa Benedicto XVI concedió, días atrás, al Colegio Cardenalicio la facultad de adelantar el cónclave para elegir a a su sucesor

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elsalvador.com

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2013-02-27 7:50:00

El cónclave que elegirá al nuevo papa que sustituirá a Su Santidad Benedicto XVI tendrá que instalarse antes de los 15 ó 20 días que establece el plazo de elección del guía espiritual de la Iglesia Católica. El inicio anticipado del cónclave fue autorizado por Benedicto XVI después de publicar el documento papal motu propio, en el cual concedió a los cardenales electores reunirse lo antes posible.

Para ese evento de trascendental importancia de la Iglesia Católica, tendrán que estar reunidos todos los cardenales del mundo menores de 80 años, quienes son los únicos que tienen derecho a elegir al sumo pontífice.

La convocatoria de elección se hará después que surta efecto la renuncia de Benedicto XVI y el Vaticano se encuentre en sede vacante.

Quien tendrá que convocar al cónclave es el camarlengo de la Santa Iglesia Romana, el cardenal Tarcisio Bertone.

Al evento acudirán 116 cardenales quienes serán los responsables de escribir cada uno en una papeleta, el nombre de quien quieren que sea electo sucesor de Benedicto XVI.

Una vez establecidos todos los purpurados responsables de la elección, los cardenales celebrarán por la mañana en la Basílica de San Pedro una misa “Pro eligiendo Papa”. Por la tarde se visten un roquete y cantan el “Veni Creator” en la Capilla Paolina para pedir la ayuda del Espíritu Santo. Más tarde entran en la Capilla Sixtina y proceden a la elección.

El tiempo de la elección puede durar horas, días o semanas. En el primer día del cónclave solo hay una ronda electoral. Luego hay cuatro por día; sin embargo, si la elección se prolonga, los cardenales realizan pausas de reflexión.

Para que un sumo pontífice sea elegido, primero se necesita una mayoría de dos tercios; pero si la misma no se produce durante varios días, se puede elegir por mayoría absoluta. A esa segunda modalidad se puede como muy pronto, a partir de la trigésima ronda electoral.

A partir de entonces se puede celebrar una elección en la que solo salgan a votación los dos favoritos.

Reconocer cuando se ha elegido al nuevo papa es sencillo porque de las chimeneas de las Capilla Sixtina sale humo blanco al quemarse las papeletas. Antes, cuando las rondas electivas concluyen sin la elección de un pontífice, las papeletas se mezclan con pez, de manera que al quemarse emiten un humo negro.

Tras la elección, el decano del Colegio Cardenalicio pregunta al elegido si acepta el cargo y con qué nombre quiere gobernar. El cardenal protodiácono presenta al nuevo papa con la fórmula “Habemus papam. El nuevo pontífice dará su bendición Urbi et Orbe (a la ciudad y al mundo).