Rajoy a Rubalcaba: el Partido Popular no ha sido condenado por corrupción y el PSOE sí

El jefe del Ejecutivo español propone una ley para controlar las finanzas de los partidos

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elsalvador.com

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2013-02-20 7:00:00

ESPA??A. La acusación fue el principal motivo de disputa entre presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el jefe de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, en el Debate sobre el estado de la Nación.

El jefe del Ejecutivo acusó al socialista de “llevar una contabilidad moral separada para sus amigos y otra para los demás” y le ha reprochado pedir “demasiadas dimisiones”. “No voy a pedir la suya, porque ya hay quien se la pide dentro” de su partido, sentenció. Además, Rajoy no desaprovechó la ocasión para reprochar a Rubalcaba que su partido haya sido el único condenado por financiación irregular. “Mi partido no”, exclamó y añadió: “el suyo sí”.

Además, le recordó su pasado al frente del Ejecutivo de España y le reprochó que ahora proponga “lo contrario” a lo que hizo cuando formaba parte del gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero.

“Tiene usted una historia señor Rubalcaba y es que habla de lo que nunca hizo e hizo lo contrario de lo que ahora está proponiendo, y así visto, qué credibilidad tiene usted para plantear nada aquí”, respondió al jefe del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Por eso, dijo comprender que ahora nada de lo que propone el Gobierno del Partido Popular le parezca “bien”. “Lo comprendo porque cuando la tarea de criticar corresponde a aquel que estamos rectificando, es comprensible que nada le parezca bien. Es de puro sentido común”, enfatizó.

Ante las advertencias de Rubalcaba de que los españoles no creen al Gobierno, Rajoy recordó que no hace mucho que los electores le dieron su confianza, y, en esos comicios, el socialista obtuvo el peor resultado de la historia del PSOE desde 1977. “Carece de autoridad moral para dar esas lecciones”, detalló Rajoy.

El debate –en el que Rubalcaba rebatió las medidas de Rajoy y le acusó de haber llevado a España a una situación desastrosa– se desarrolló con el telón de fondo no sólo de la grave crisis económica, sino de los últimos casos de corrupción política.

Rajoy constató la altísima cifra de desempleo en España, cerca de 6 millones de personas, lo que equivale a más del 26 % de la población activa, de los cuáles 1.2 millones son inmigrantes.

Y aseguró, por ello, que la reducción del desempleo y la creación de puestos de trabajo es la prioridad de su mandato. Pero subrayó que desde su llegada al poder tras las elecciones de noviembre de 2011 -y debido a la herencia dejada por el anterior Gobierno socialista- no tuvo más remedio que dedicar todas sus energías a la reducción del déficit público.

Anunció una “segunda generación” de reformas para estimular la economía, apoyar a pymes y autónomos y luchar contra el desempleo juvenil (superior al 50 %), después de haber conseguido –dijo– “evitar el naufragio” que amenazaba el país.

Al final, se refirió a la grave crisis de credibilidad creada por los últimos escándalos de corrupción y pidió “un amplio acuerdo” entre partidos políticos para luchar contra este fenómeno, con una ley para un mayor control de las finanzas. —AGENCIAS