ABC: Nicolás Maduro intenta acorralar a Diosdado Cabello

Según el diario español, el vicepresidente negocia en secreto con EE.UU. el regreso de la DEA a Venezuela

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El titular del TSE, Eugenio Chicas, con los magistrados Fernando Argüello Téllez y Walter Araujo. foto edh / archivo

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2013-01-03 7:00:00

MADRID. El diario ABC de España publicó una nota en su portal web donde expresa que un emisario del vicepresidente venezolano Nicolás Maduro se entrevistó en diciembre en la Casa Blanca con el jefe para América Latina en el Consejo de Seguridad, Ricardo Zúñiga.

En las conversaciones, llevadas a cabo por Roy Chaderton, embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), la de mayor importancia política es el posible regreso de la DEA, la agencia contra la droga, a Venezuela.

La nota apunta que la vuelta de la agencia supondría una amenaza para Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, a quien la DEA califica en sus investigaciones como presunto gestor de la red de narcotráfico en la que están implicados varios generales y altas autoridades del país.

Según analistas, Maduro representa al sector chavista ideológicamente alineado con los intereses de Cuba, mientras que Cabello dirige el segmento de los militares nacionalistas.

Sobre la recomposición de relaciones también trató directamente el propio Maduro con Roberta Jacobson, responsable del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, vía telefónica en noviembre, con mención expresa al tema del narcotráfico.

El propio Cabello, como ya desveló ABC hace unas semanas, hizo llegar a la Casa Blanca, a través de la embajada de EE.UU. en Caracas, un mensaje informal de disposición a algún trato para esquivar el dedo de la DEA, presentándose como el dirigente venezolano que ni quiere a los cubanos ni éstos le desean, frente a un Maduro que cuenta con el pleno beneplácito de La Habana.

En la reunión de la Casa Blanca, a la que también asistió Kevin Whitaker, subsecretario asistente para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, se habló por comenzar con una visita discreta y de bajo perfil de un representante de la DEA a Caracas para mantener una reunión con la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) venezolana, señala el diario español.

Otros puntos de negociación son permitir que representantes de la administración de aeropuertos de EE.UU. puedan visitar Venezuela para certificar los aeropuertos del país caribeño, y la admisión de que los diplomáticos estadounidenses en Venezuela puedan importar los vehículos blindados que solicitan para su seguridad.

Se trata de pasos previos, que al parecer ambas partes se comprometieron a dar con discreción, que deberían llevar al intercambio de embajadores.

A EE.UU. le interesa afrontar el postchavismo con máxima representación en Caracas. A finales de 2010, EE.UU. retiró el visado al entonces embajador venezolano en Washington, Bernardo Alvarez (ahora en Madrid), a raíz del veto de Caracas al embajador que la Casa Blanca había designado para ese país. El Departamento de Estado ha expresado su interés en que el intercambio puede llegar a producirse.

El columnista Andrés Oppenheimer se hacía eco el lunes en el Miami Herald de una conversación telefónica entre Chaderton y Jacobson sobre la aproximación diplomática entre ambos países, con mención expresa de la DEA.

Oppenheimer presentaba en parte la operación como un deseo de Maduro de “consolidar su liderazgo en casa”, “quizás por sugerencia de Cuba”, que tiene experiencia de sobrevivir gracias a no plantear peleas excesivas contra EE.UU.

Las mencionadas fuentes con conocimiento del encuentro en la Casa Blanca se lamentan de que la Administración Obama esté dando este paso de acercamiento al régimen chavista “debido a la inexistencia de la oposición venezolana en los medios políticos de Washington, donde literalmente no existe y donde nunca envía a nadie. “No van al Congreso, no hablan con demócratas ni republicanos, y los chavistas les toman la delantera”, aseguraron.

Ayer, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Victoria Nuland, negó que estén interviniendo en el diseño de una posible transición en Venezuela ante una eventual ausencia de Chávez.

“No creemos que haya una solución hecha en Estados Unidos para una transición en Venezuela. Sólo los venezolanos pueden tomar esas decisiones”, dijo.

Nuland no confirmó los contactos con EE.UU., pero señaló que el Departamento de Estado “conversa con venezolanos de todo el espectro político”, como hacen “en los países de todo el mundo”.