CARACAS. Según reportó desde Washington la corresponsal del diario español ABC Emili J. Blasco, la débil condición física en la que se encuentra Hugo Chávez sigue impidiendo hasta la fecha su previsto traslado a Caracas para un breve acto de juramentación, que se producirá tan pronto pueda soportar el viaje en avión.
Aquejado de deficiencia respiratoria y con fuertes dolores que el equipo médico no consigue controlar, los últimos días el gobernante continuaba sometido intermitentemente a respiración artificial, de acuerdo con fuentes de la periodista que están en contacto con quienes supervisan su evolución. Éstas aseguran que los médicos están intentando “reforzarle” temporalmente, para que pueda realizar un desplazamiento de ida y vuelta.
Según el medio español, por lo menos en una ocasión, durante 48 horas, los días 17 y 18 de enero, un avión especial estuvo dispuesto en Cuba para llevar a Chávez a Caracas. El plan era trasladarle en camilla desde el Cimeq de La Habana hasta el Hospital Militar de la capital venezolana, donde varias plantas se habían reservado para las necesidades del socialista. Al final, el viaje se abortó por la precariedad física del paciente.
En estos momentos, la idea es realizar lo antes posible ese viaje, con juramentación en el propio Hospital Militar, o bien en el Palacio de Miraflores si su delicada salud lo permite, ante el reducido grupo de miembros del Tribunal Supremo. Después regresaría a La Habana para continuar con el tratamiento que requiere el cáncer que sufre.
Además de juramentar, se supone que Chávez designaría vicepresidente a Nicolás Maduro. Así sería este, y no el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien encabece el Estado hasta unas rápidas elecciones, por renuncia o incapacidad de Chávez.
A pesar de que prácticamente ha superado la grave infección pulmonar contraída en el postoperatorio de la intervención quirúrgica del 11 de diciembre, Chávez sigue con deficiencia respiratoria.
Esto fue confirmado ayer por el ministro de Comunicaciones venezolano, Ernesto Villegas, quien dijo, en una entrevista concedida al diario Tiempo Argentino, Chávez ya “ha superado una primera fase de su posoperatorio, habiéndose logrado controlar la infección respiratoria que surgió después de la operación del 11 de diciembre”.
Sin embargo, aclaró que “persiste un cierto grado de insuficiencia respiratoria que está siendo tratado y comenzará un tratamiento sistémico contra la enfermedad de base que originó la operación”.
ABC explica que en las últimas semanas, Chávez ha alternado jornadas en la que sus funciones respiratorias eran asistidas mediante ventilador con jornadas en las que los médicos dejaban al paciente respirar por sí solo, con el fin de evitar el riesgo de nuevas infecciones, que en ocasiones se producen por la ventilación artificial, y de intentar fortalecer los músculos que intervienen en esa función.
La debilidad de Chávez deriva de una operación muy invasiva, que supuso la extracción quirúrgica de varios órganos ubicados en la pelvis, como parte del intestino. Un fuerte malestar en el abdomen, combinado con la metástasis en huesos que sufre, está produciendo considerables dolores al presidente, según aseguran las fuentes con que cuenta ABC. Éstas precisan que siguen progresando los síntomas del cáncer.
Como ya informó ABC hace dos semanas, cuando anunció que Chávez había tenido el 5 de enero un paro cardiaco que le llevó a un breve estado de coma, los médicos cubanos que le atienden se encuentran sometidos a una enorme presión para conseguir que el paciente sea capaz de resistir físicamente un traslado a Caracas.