Rodolfo y Kevin, padre e hijo, no tienen idea que se han metido con la Bestia de Bentonville. Así se le conoce a la multinacional Walmart por la ciudad en la que tiene su sede, en Arkansas, Estados Unidos.
Padre e hijo, con su parcela de limones en San Juan Opico, son uno de los proveedores salvadoreños que trabajan con esta empresa de supermercado en El Salvador y que es, de lejos, una de las compañías familiares que más facturan en el mundo.
La corporación fue fundada por Sam Walton en 1962 y figura como la número uno de las empresas de familia más grandes del planeta, según un estudio de la Universidad de St. Gallen en Suiza, quienes son muy reveladores en cuanto al poder económico que ostentan estas compañías.
El análisis, que data desde 2015, es conocido como Family 500 y mantiene entre los primeros 20 lugares a 7 familias de Estados Unidos, 3 de Alemania, otras 3 de Francia y con una cada uno están representados Italia, Suiza, Luxeburgo, Holanda, la India, México y Brasil.
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Por Alemania destaca la dinastía Porsche, dueños de la marca Volkswagen, que convirtieron el “Escarabajo” en uno de los autos iconos en este planeta, más allá de aquellos tanques alemanes de la Segunda Guerra Mundial.
La Volkswagen aparece como la segunda empresa familiar de mayor alcance mundial en el estudio de St. Gallen.
Muy cerca de ellos está una histórica familia de Italia, los Agnelli, que bajo la sombrilla de Exor mantienen inversiones globales con Fiat Chrysler Automobiles, CNH Industrial y Ferrari.
En Wikipedia los presentan como el primer grupo económico de Italia en volumen de ventas y el 19º del mundo, pero en el estudio de la universidad suiza están colocados en la cuarta posición.
Los Agnelli son famosos también por ser los dueños del club italiano de la Juventus, que recién perdió la final de la prestigiosa Liga de Campeones frente al español Real Madrid. No todo se puede tener en esta vida.
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Por Latinoamérica, entre esas todopoderosas 20 familias apenas aparecen dos, una mexicana y otra brasileña.
Así, el magnate mexicano Carlos Slim encabeza su compañía América Móvil que, en El Salvador, operan con la empresa de telefonía Claro.
América Móvil es número 17 en el análisis de St. Gallen, que ponen en la casilla siguiente a la familia Moreira Salles, de Brasil, con su marca Itaú Unibanco.
Alunos expertos indican que este tipo de negocios tiene sus ventajas y desvetajas.
“Una de las principales fortalezas de una empresa familiar reside en su visión a largo plazo. Por naturaleza y para suerte de muchas de ellas, los empresarios familiares tienden a enfocarse más en la próxima generación que en el próximo trimestre. Visión que permite mantener los objetivos y acciones en perspectiva. La empresa familiar se concibe como un proyecto de vida de varias generaciones”, dice una nota del portal web Canvas Coworking.
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Por contra, “en la mayoría de los casos estas empresas son iniciadas con los ahorros familiares, familia que a partir de ahí depende de esta empresa para subsistir, lo cual resulta en una alta aversión al riesgo porque su propio patrimonio está en juego. Por ello, su capacidad de crecimiento puede verse limitada. Capacidad que también es afectada por su escaso acceso a financiación”, razona Canvas.
No es el caso de Walmart ni del resto de las marcas del Family 500, convertidas en verdaderos monstruos de las ventas. Tampoco es el caso que la familia Vígil, de San Juan Opico, con Rodolfo y Kevin al frente, tengan miedo de hacer negocios con ellos.
