El periodista Rafael Domínguez confirmó que detrás del cierre de su programa de televisión están involucrados funcionarios de gobierno que “presionaron” a la Asociación Ágape con revocar contratos que tienen asignados por parte de varias instituciones públicas y que le generan sostenibilidad financiera a la ONG.
Además, dijo que el programa “Así estamos” salió del aire para evitar dañar a Ágape y sus obras sociales en los rubros de salud, educación y desarrollo humano.
“Los funcionarios son gente que trabaja en instancias del gobierno donde Ágape tiene intereses de servicio , contratos donde participa, licitaciones; esta gente es la que ha estado presionando para que se cierre el espacio”, dijo Domínguez.
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Otra de las razones que recordó Domínguez en una entrevista con El Diario de Hoy es que las presiones también se relacionaban con el hecho de que el canal 8, donde Domínguez emitía su programa, es del ministerio de Educación (Mined) y que por ello no se podían “emitir críticas” contra el gobierno.
“No íbamos a llevar a Ágape a una pelea donde nunca íbamos a ganar, ellos tienen el control de las frecuencias, de los contratos, de los funcionarios públicos. Ágape tiene muchos flancos vulnerables y son mucho más importantes sus obras y su trabajo por los más necesitados”, agregó el periodista.
Para Domínguez estas acciones son la muestra de que en El Salvador las libertades de prensa y de expresión “están en peligro” y que hay gente del gobierno que no ha pasado la página y que sigue anclada en un pasado donde se violaban los derechos fundamentales.
“Yo a esto le llamo terrorismo de Estado, sicariato mediático; a nosotros no nos mandaron a alguien que identifiquemos, a mí me interesa que el pueblo salvadoreño entienda que hay sombras del pasado y que hay gente que está dispuesta a cerrar mecanismos que son parte de la democracia con tal de salvaguardar sus intereses personales y partidarios”, cuestionó Domínguez.
El hoy expresentador de televisión dijo que el programa nunca se diseñó para atacar al gobierno o a la oposición y que su apuesta siempre fue dar voz a la ciudadanía.
“Lo que pasa que a los funcionarios les incomoda dar cuentas, responderle a la gente, y de eso se trataba el programa. Yo me voy con la frente en alto, la relación con Ágape fue excelente, muy profesional, pero está claro que no quiero que esto incida en su noble labor”, insistió Domínguez.
Por otra parte, Domínguez cuestionó que exista poca apertura de espacios de opinión pública en el país y afirmó que hay funcionarios que incluso piden ser entrevistados aprovechando la pauta que pagan.
“Hay espacios de televisión y de entrevistas pero no le abren espacios a la gente y muchos están monopolizados por los opinadores de siempre”, puntualizó Domínguez.
Por su parte, la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) cuestionó el cierre del programa y recordó que eso es “típico de gobiernos autoritarios que bloquean la labor de medios de comunicación independientes”.