Atiquizaya en el departamento de Ahuachapán se abre al turismo, el municipio ofrece diferentes opciones para los visitantes. a 87 kilómetros de San Salvador la ciudad ha creado una ruta que inicia desde el campo urbano y finaliza en una cascada única en el país por ser de aguas termales. Para mayor información visitar la pagina en facebook del Club de Mochileros de El Salvador.
Durante miles de años el agua ha tallado la roca de origen volcánico. Foto/René Quintanilla
Un turista disfruta del Salto de Malacatiupán en Atiquizaya, Ahuachapán. Foto/René Quintanilla
La cascada tien la particularidad de tener dos vertientes, una de aguas termales y una de agua fría. Foto/René Quintanilla
Malacatiupán siginifica en Nahuatl “Templo Redondo”. Foto/René Quintanilla
Los visitantes disfrutan el contacto con la naturaleza en Atiquizaya, Ahuachapán. Foto/René Quintanilla
Vista aérea del Salto de Malacatiupán en Ahuachapán. Foto/René Quintanilla
El Salto de Malacatiupán y su gran poza de agua está lleno de leyendas. Foto/René Quintanilla
Malacatiupán es un lugar ideal para tomar fotografías y descansar junto a la naturaleza. Foto/René Quintanilla
Un viaje con experiencias extremas en Atiquizaya.Foto/René Quintanilla
Los paisajes son un premio para los visitantes durante el recorrido de 5 kilómetros.Foto/René Quintanilla
Durante el recorrido a las cascadas, los turistas toman fotografías de las casas y campos en la zona. Foto/René Quintanilla
El pintoresco Puente Viejo muestra al desnudo su vieja estructura de ladrillos y piedra sobre el río Agua Caliente. Foto/René Quintanilla
El casco de la hacienda San Antonio está abierta a los turistas. Foto/René Quintanilla
El contacto con la naturaleza y compartir en grupo la experiencia, entre risas u buen ambiente, deja atrás el ajetreo de la ciudad. Foto/René Quintanilla
Guias expertos proporcionados por la alcaldía enriquecen la visita por su conocimiento de la zona. Foto/René Quintanilla
Una de las atracciones de Atiquizaya es el quiosco del parque central. Foto/René Quintanilla