Pandillas extorsionan y matan a pescadores en el embalse del Cerrón Grande
La mara salvatrucha y la pandilla 18 se afincaron hace varios años de cantones y caseríos de los alrededores del embalse del Cerrón Grande, su propósito es tener el control de toda la pesca en la zona, para cometer distintos actos ilícitos, los pescadores deben someterse a las leyes que los delincuentes han impuesto para poder seguir trabajando y vivir sin problemas.
Los pobladores aseguran que los pandilleros vienen de islas situadas a los alrededores para afirmar que en el lugar no hay presencia de pandilla 18 que operen en el lugar.
Foto/ Oscar Iraheta
La Mara Salvatrucha y la Pandilla 18 buscan controlar los cantones que forman parte del embalse del Cerrón Grande. Foto/ Marvin Rodríguez
Los pescadores aseguran que la pesca en las aguas del embalse del Cerrón Grande se han reducido en gran medida por el miedo, por lo que se han dedicado algunos a otros oficios.
Foto/ Oscar Iraheta
Los pandilleros se dedican a patrullar varios kilómetros alrededor del embalse, uno rema y el otro brinda coordenadas del ambiente por medio de un celular de gama alta.
Foto/ Oscar iraheta
La escasez del pescado en esta temporada es otro de los problemas que enfrentan los pescadores, ellos encuentran tilapias, guapotes y mojarras en las aguas del embalse.
Foto/ Óscar Iraheta
Los pobladores aseguran que los pandilleros vienen de islas situadas a los alrededores para afirmar que en el lugar no hay presencia de pandilla 18 que operen en el lugar.
Foto/ Oscar Iraheta
Los mareros controlan y deciden los horarios y zonas que imaginariamente han delimitado en el agua para pescar.
Foto/ Óscar Iraheta
Los Pobladores aseguran que hay zonas donde tienen prohibido acercarse aunque ellos no sean parte de las pandillas solo por el simple hecho de vivir en zonas donde habitan “los contrarios”.
Foto/ Óscar Iraheta
Las aguas del Cerrón Grande bañan las zonas del departamento de Chalatenango, San Salvador, Cuscatlán y Cabañas.
Foto/ Óscar Iraheta
Los pescadores también sufren el acoso constante de los pandilleros, ya que se aprovechan de ciertas zonas para robarles las lanchas de madera o fibra de vidrio.
Foto/ Óscar Iraheta
