Un experimento piloto dio paso a una buena cantidad de caricaturas que cambió la televisión infantil en los años 90.
Se trató del “What a cartoon show”, idealizado por Fred Seibert y producido por Hanna Barbera, que salió al aire en Cartoon Network.
Se trataba de una parrilla de programas infantiles que lejos de proveer nuevo contenido, tenía la premisa de regresarle el poder creativo a los animadores y artistas, para que hicieran cosas nuevas sin importar qué tan fatídico fuera el contenido.
¿Puedes pasar este test de caricaturas?
Este proyecto noventero dio como resultado las caricaturas como “El laboratorio de Dexter”, “Johnny Bravo”, “Vaca y Pollito”, “Las chicas super poderosas”, entre otros.
En total surgieron 48 cortos de contenido explícito, con una duración de siete minutos que condensaba la exageración cómica, el terror, el absurdo, los tabús, violencia, representaciones escatológicas y de sexo, en una serie de historias, estilos y personajes muy variados. No había moraleja final o finales bonitos.
Uno de estos shows fue “The chicken from outer space”, que muestra la locura de un cachorro que quiere salvar a sus dueños de un ataque extraterrestre.
Con esos ensayos lograron conocer los gustos y cifras de recepción, con el fin de mejorar a base de ensayo y error.
En este catálogo de caricaturas intervinieron grandes creativos como Craig McCracken, Genndy Tartakovsy, Van Partible, Butch Hartman y Seth MacFarlane, quien de ahí sacó la idea de producir “Family Guy”.
Los personajes de las caricaturas tenían serios problemas mentales como paranoia, ansiedad, estrés, dolor, esquizofrenia, furia y locura. Algunos cartoons eran no aptos para niños como “Cocina casanova” y “El gusano paranoico”, entre otras.
Uno de los ejemplos más claros de ese perfil de personajes fue un corto titulado “El gusano paranoico”, que inicia con un mensaje para los televidentes. “¿Qué están mirando? Ustedes son unos niños muy obscenos. Mírense a ustedes, ¿por qué no lo hacen? Es a ustedes a quienes deben mirar”, dice mientras se convierte en la locura.
La historia cruda y sanguinaria de este gusano está basada en el cuento de Edgar Allan Poe “Corazón delator”.