Poco antes de cumplir sus 30 años, la joven británica le manifestó a familiares que ella no se encontraba “donde debería estar en la vida” y que sentía que otros parientes “estaban mejor que ella”, reveló este miércoles el Daily Mail.
Trascendió, además, que la mujer temía que su pareja Anton Tsvarev (30) la abandonara.
Poco antes de quitarse la vida, Rachel Gow tuvo una discusión con su pareja sobre un mensaje de texto que éste recibió. Ese mismo día, la joven le envió otro texto deseándole a Tsvarev “lo mejor en el futuro”.
Los hermanos de la chica indicaron en un comunicado citado por el medio británico que “Rachel era una niña feliz con muchos amigos, le gustaba bailar y tocar el violín”.
“Ella era muy apegada a su hermana Sarah. Era muy académica y tenía calificación de A en Lancaster University. Le gustaba hacer reír a los otros. Estaba orgullosa de estar en Lancaster…” agregaron sobre Rachel, que estudió Historia.
“Ella tuvo tres malas experiencias antes de su relación con Anton. Su mayor deseo era establecerse y casarse”, añadieron.
Sin embargo, los problemas de la joven se intensificaron, en 2011, cuando su madre murió de cáncer. Aparentemente, la chica no había superado el deceso.
(Con información de eldiariony)