La novela no comenzó en Inglaterra…

"Callirhoe", una historia de amor de siracusa, es la novela más antigua que existe.

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elsalvador.com

Por Katherine Miller

2018-05-19 3:55:28

Los conflictos bélicos en el medio Oriente hoy ocupan los territorios geográficos contiguos a la parte del Imperio que conquistó Alejandro Magno de Macedonia, quien, en homenaje a su querido profesor y tutor, Aristóteles, intentó implantar la cultura griega en todo el mundo conocido que él conquistó. Así entramos en la época conocida como “helenística”, palabra derivada de los Helenos, el nombre que los griegos se dieron a sí mismos.

Después de la muerte de Alejandro en 323, todas las tierras que él había conquistado fueron divididas entre sus cuatro generales. El imperio que tomó uno de estos generales, Seléuco, creció hasta formar el Imperio seléucida, lo que es congruente geográficamente con todos los conflictos del Medio Oriente hoy.

De estos territorios provienen las primeras novelas, escritas en griego y persa, pues, produjeron literatura y arte magníficas en los siglos II y III d.C., el período que se llama helenístico. Este Imperio seléucida fue clasificado por los griegos como parte de Asia.

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No obstante, siempre nos enseñan, año tras año, siglo tras siglo, en las aulas de clase que las primeras novelas provenían de Inglaterra y Francia. Pero, tenemos que admitir que no es así. Hay novelas, con los títulos y autores, que se les van a ofrecer en un momento, que fueron escritas en este mundo helenístico: el Imperio seléucida, un territorio multicultural que incluyó creaciones culturales griegas, fenicias, judías, tribus nómadas de Asia Central y los siempre aventureros macedonios. El Imperio seléucida es contiguo geográficamente a las grandes regiones que hoy tienen guerra y conflictos de baja intensidad en el Levante, que también incluye Turquía, Siria, Líbano, Israel, los territorios palestinos, Jordania, Afganistán hasta Egipto y el mar Egeo, escenario de la Guerra de Troya. Enorme, este imperio que incluyó también Arabia y Mesopotamia, Iraq, Irán, y hasta Turkmenistán y Uzbekistán en Asia Central, llegando al Hindú Kush de la India, tierra de elefantes y escritos religiosos antiguos. O sea, desde las ciudades de oasis de Asia Central pasando por Bulgaria, Armenia y el archipiélago de Baréin.

El Imperio seléucida consistió en un terreno imperial sin estructuras administrativas. El estudioso experto en clásicos griegos, William Tarn de Escocia, quien era también biógrafo de Alejandro Magno, comparó el Imperio seléucida con un crustáceo invertebrado, sin control administrativo ni territorial.

Pero, sí, tenía una vida intelectual: bibliotecas y una casta de escribanos quienes anotaron en las tabletas de barro, que memorizaban, las decisiones y los procedimientos económicos y políticos de los gobiernos cambiantes. El punto aquí es que estos escribanos representaron los comienzos de las artes y de la literatura. Esta casta de intelectuales —los escribanos— también incluyó a griegos quienes grabaron en piedras grandes (steles) las epígrafes honoríficas que documentaron el servicio de las ciudades al estado.

Mapa del Imperio seléucida. FOTO Thomas Lessman

En cuestiones geográficas, el general Seléuco estableció la frontera entre su imperio y la India de Maurya Gupta para evitar malos entendidos. Por este acto Seléuco recibió un regalo enorme, de la India, de 300 elefantes de guerra. Estamos en tierras lejos del Mediterráneo; sin embargo había emporios riquísimos procedentes de las riquezas del Oriente que pasaban por la Ruta de la Seda y docenas de ciudades, incluyendo las legendarias Persépolis y Samarkanda. Estas ciudades gozaban de murallas y guarniciones de soldados: las enormes caravanas de camellos cargados con tesoros pudieron entrar adentro de sus murallas.

¿Por qué es que, por siglos, este imperio ha sido el sitio de conflictos continuos, violentos y desastrosos? Una posible respuesta podría ser la envidia y el ansia por las riquezas que eran transportadas por las rutas comerciales desde el Oriente. También, las tierras que una vez formaron este imperio, hasta hoy, constituyen un centro militar estratégicamente valioso para quienes desean conquistar el Medio Oriente y Asia Central. Por no mencionar el petróleo.

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A pesar de toda esta historia, lo que era el Imperio seléucida —las zonas de conflicto hoy— produjo las primeras novelas en la historia de la humanidad. No, las primeras novelas no fueron escritas en Europa. Las novelas de este imperio exploran la interioridad de las vidas y la vitalidad de una cultura que no era un fenómeno europeo: fueron escritas hace más de 1500 años. Nos presentan la época helenística misma. Fueron escritas en griego y son una ventana para poder ver la cultura de este Oriente griego, el oriente del Mediterráneo y Asia Central.

Consideramos, por ejemplo, Callirhoe, Un historia de amor de Siracusa, de Chariton de Afrodisias, escrita a finales del primer siglo a.C. (aunque el tiempo interno es del siglo V a.C.) como la primera novela histórica. También, un tal Xenophon escribió Anthia y Habracomes que data del período entre los siglos II y III a. C. Aquiles Tatias, durante el mismo período, escribió Clitephon, una novela que nos llega en estado incompleto.

Afgano de una tribu nómada. FOTO AFP

Y la famosa Dafnis y Chloe de Longus, que se trata del despertar sexual de jóvenes amantes e incluye alusiones a la Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides. El compositor musical del siglo XX de Francia Maurice Ravel escribió una obra sinfónica sobre Dafnis y Chloe, y el pintor Marc Chagall pintó las ilustraciones de la publicación de esta novela en Francia. Y Heliodorus escribió La Historia de Etiopía que se trata de las regiones lejanas del Imperio seléucida, de pueblos que no eran griegos. Examina la imprevisibilidad de la vida y una vida en que uno pudiera ser capturado por piratas, en un minuto, y forzado a vivir en esclavitud lejos de su aldea y sus seres queridos. Todas estas novelas se pueden encontrar en Internet.

Estas bellas y cortas novelas son obras de arte que expresan la vida emocional interior de jóvenes, hombres y mujeres que vivieron siglos antes de la formación de Europa, en un mundo helenístico en el que un día se puede ser próspero y estar enamorado y en un abrir y cerrar de ojos ser capturado por piratas fenicios y morir como esclavo en tierras lejanas. El tono, entonces, lleva el ambiente de la ansiedad, de sentirse desprotegido e inseguro, porque no se tiene control sobre el propio futuro. Heródoto, en el s. V a.C. también escribe de este tema de capturas por piratas de fenicia en el primer libro, Clio, de sus Nueve Libros de Historia.

Hoy, aquí y ahora, además de hace siglos en el Imperio seléucida, se evidencia el miedo y la ansiedad de los refugiados, entre ellos niños y niñas, capturados y esclavizados en un mundo en el que el individuo no está seguro y no tiene el poder de protegerse. Pero también, estas novelas nos presentan el amor de la juventud y el primer beso. Son novelas psicológicas de Asia, escritas en griego hace más de 1500 años con la conciencia de peligros similares a los de hoy en esta región. Pero también nos llevan a las intrigas tiernas del primer amor.