El pintor holandés Johannes Boekhoudt decidió compartir con el público salvadoreño su trabajo más personal e íntimo, en la muestra de dibujos que bautizó como “Asante” y que puede admirarse desde el pasado 10 de mayo, en el Museo Universitario de Antropología, de la Universidad Tecnológica.
“Asante” significa gracias en idioma swahili, lengua africana que se habla sobre todo en Tanzania y Kenia.
La muestra, constituida por cuarenta de cientos de bocetos, revelan los pensamientos originales del artista —nacido en la isla de Curazao— sobre temas cuyunturales, como la corrupción en la Fifa, el petrodólar de Venezuela y el muro de Donald Trump, entre otros. Ideas muy personales que ha ido forjando con el correr del tiempo, a través de su historia marcada por el alcoholismo, la violencia intrafamiliar y la dislexia.
La pintura, como él mismo afirma, lo salvó y moldeó su sensibilidad artística comprometida con el cambio social.
Foto/ Josué Parada
También hay que destacar que la figura femenina y la situación de la niñez en el mundo tienen una fuerte presencia en su propuesta, caracterizada por un expresionismo abstracto plagado de cruces. “…están en todas mis pinturas, es una forma de agradecerle al Creador (por su talento)”, explicó Boekhoudt.
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Debido al alto contenido socio-político presente en su obra, la crítica en los Estados Unidos lo ha etiquetado como un artista de la crónica.
¿Y usted se considera así?
“Pues fíjate que sí, porque yo he criticado no solo a los gobiernos, sino también a las instituciones internacionales como la ONU, la OTAN… a quien corresponda, el caso de Siria, por ejemplo”.
Esta es la segunda vez que el holandés residente en Dallas,Estados Unidos, comparte su obra con los salvadoreños. En 2006, participó en un colectivo que denunciaba la violencia doméstica.
Foto / Josué Parada
Su fuerte es la pintura. Trabaja al óleo obras en gran formato, que elabora en series. Pero cuando no está pintando, dedica horas a dibujar las ideas que nacen en su mente, frente a las realidades que se viven en el mundo.
Fue así que surgió “Asante”. Es la primera vez, en 20 años, que este artista decide exhibir sus bocetos, que guardaba celosamente organizados en libros.
“Lo que hice fue sacarlos del baúl de los recuerdos y los desarmé. Y me dije basta ya, que la gente vea cómo yo boceteo, cómo hago las cosas. Me parece algo egoísta de mi parte haberlos tenido guardados”, expresó durante su visita a El Salvador, para inaugurar la muestra.
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El también padre de familia expone por lo general en museos, para poder llegar a todo tipo de público. El quiere compartir su arte con todas las personas, sobre todo, con aquellas de más bajos recursos yen especial con los niños.
“Yo alzo la voz a través del arte”, afirma. Le da la facultad a cada espectador de interactuar con su obra y comprenderla desde su historia interior, permitiéndose sentir las sensaciones y pensamientos que le provocan las imágenes de sus canvas.
Él busca provocar un cambio. Para el holandés la educación es muy importante y el arte educa a quien lo ve.
Foto / Josué Parada