Memorias de San Martín, en pinturas

Una de las estampas más conocidas de San Martín es la de la Plaza Central. Hace 40 años hubo un nacimiento de agua y una pila, cuya destrucción por orden de la Alcaldía causó una pequeña rebelión ciudadana

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Foto Por edhdep

Por Carmen Tamacas, desde Estados Unidos

2015-08-14 2:47:00

El recuerdo de la gente rebelándose contra el alcalde Lino Guzmán, la intervención de los militares para imponer el orden y la destrucción de la pila, calaron profundo en su memoria al punto que ahora es una manifestación recurrente en su arte.
 

La escena de la pila, cuya destrucción dio paso a la Plaza Central de San Martín, en los cuadros de Margoth Ábrego, es todo naturaleza y color. El árbol de amate que quedó en el centro de la plaza se muestra siempre en floración, hay mujeres con cántaros colectando agua y el cielo varía desde el azul impoluto característico del verano tropical, hasta secuencias de coloridas y densas nubes.
 

Las estampas incluyen piscuchas de colores, manos que dan forma al tronco y a las ramas del árbol (aunque este se fue desvaneciendo hasta que se secó) es una evocación a la vida, a su historia personal y del municipio.
 

Fundamentalmente, las obras son pintadas con acrílico, en papel del tamaño 11?x 14?; algunas de ellas han formado parte de exposiciones colectivas, tanto en el Centro Cultural Centro Americano como en el Consulado de El Salvador de Los Angeles, California.
 

Más recuerdos
 

Su obra “Los años tristes”, fue seleccionada para ilustrar la portada del libro publicado por su hija, Leysi Ábrego, una destacada catedrática de ciencias sociales en la Universidad de California. “Sacrificing Families” (Familias sacrificadas) es un estudio sobre las causas, el desarrollo y las consecuencias de la ruptura de familias salvadoreñas cuando uno de los padres decidió emigrar y perseguir un mejor futuro. Parte de la inspiración de Leysi parte de su misma historia familiar.
 

“Mi mami la pintó cuando le pedí que reflejara sobre su experiencia de niña, cuando su mamá se vino para Estados Unidos y los dejó con mi bisabuela. Mi abuela estuvo separada de sus hijos por 14 años. Sólo la vieron una vez durante ese tiempo”, relató para una nota previa en elsalvador.com.
 

La creación del libro, para el cual Leisy entrevistó a decenas de familias tanto en El Salvador como en Estados Unidos, duró 10 años. Margoth recuerda que su hija le entregó un cuaderno en blanco y le pidió que dibujara. Así, comenzaron a cobrar vida sus memorias, entre alegres y tristes.
 

Algunas de las más importantes experiencias tienen que ver con el dolor por la separación de su madre, María González; Margoth y sus hermanos quedaron al cuido de su abuela Juana Martínez, y su bisabuelo, Vicente Mármol. Así también con la muerte accidental de su hermano, Roberto Baltazar, quien murió ahogado a los 17 años en la playa de Corinto, el Sábado de Gloria de abril de 1980.
 

Otras series muestran a rostros femeninos envueltos en ramos de flores; mujeres tinecas -gentilicio del municipio- ya sea en jardines o en la plaza, vendedoras de flores nativas. Otras escenas muestran mariposas monarca y aves. Pero ante todo, flores.
 

Margoth formó un hogar con Douglas Ábrego y tienen cuatro hijas; además de Leisy están Claudia, Tatiana, y Natalie. Emigraron a finales de los años 80. Tienen dos nietos llamados Mateo y Diego.
 

La obra pictórica está disponible para apreciación y venta en el grupo de Facebook ”Mis Pinturas”