Las carismáticas modelos de “A todo o nada”

Alejandra Ochoa y Raquel Vargas ponen el toque femenino al programa de canal 6. Su belleza y personalidad se han ganado la admiración del público

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elsalvador.com

Por Osmín Monge escena@eldiariodehoy.com

2015-07-03 7:00:00

De lunes a viernes, a final de las tardes, dos jóvenes modelos engalanan el programa “A todo o nada”, el cual es transmitido por canal 6.

Este par de atractivas chicas lo forman la salvadoreña Alejandra Ochoa y la costarricense Raquel Vargas. Ellas no solo se encargan de mostrar y entregar los premios; también son cómplices de las ocurrencias del presentador, Roberto Acosta. Además son las protagonistas de alguna que otra situación graciosa junto a los famosos “pollos” (Héctor Chicas y Ulises Ortiz).

Ambas ya tenían experiencia frente a las cámaras, ya que eran parte del grupo de sexis modelos que participaban en “Trato hecho”.

“Después de estar en ese programa hice un casting para trabajar en ‘A todo o nada’ y tuve mucha suerte. A mí me pagan por reírme; son dos horas en las que me divierto mucho”, expresó Raquel.

Para la chica costarricense, una de las satisfacciones más grandes que le brinda el programa es ver como muchos de los participantes ganan en los concursos.

“Me da mucha alegría ver que la gente se lleva los premios. Todos los momentos positivos que experimento cada día le van sumando experiencia a mi vida”, explicó la modelo de 1.67 m. de estatura. Raquel también manifestó no tener ninguna queja del programa, aunque, a modo de broma, reconoce tenerle “un poco de miedo” al conductor. “Roberto está ‘loco’. Le huyo y corro lejos de él; nunca sabemos con qué va a salir. El baile de ‘La Axila’ es una ocurrencia de él, aunque en verdad, fui yo quien lo inventó; él me lo quitó”, dijo entre risas.

Al recordar los momentos vividos hasta hoy en “A todo o nada”, Raquel trajo a la mente uno muy especial, acontecido en el programa dedicado a las madres.

“Ese día, la producción hizo un contacto con mi mamá en Costa Rica. Ese momento lo tengo grabado. Cada vez que me acuerdo de él me pongo a llorar”, dijo Raquel, quien además de ser modelo es esposa y madre de una niña.

Por su parte, Alejandra Ochoa, la más alta de las dos (1.75 m. de estatura), explicó que no le tiene ningún temor a las luces y a las cámaras de televisión, que está acostumbrada a ellas y que disfruta mucho hacer el programa.

“Tengo la dicha de trabajar y disfrutar al mismo tiempo. Es probable que llegue al programa con problemas, pero salgo con otra cara. Es una de las mejor experiencias que he tenido”, expresó Alejandra, quien en 2011 ostentó el título de Nuestra Belleza El Salvador.

Al preguntarle cuál ha sido el momento más memorable que ha tenido dentro del programa, Alejandra no dudó en contestar que han sido varios, sin embargo, después de una breve pausa, recordó uno en particular.

“Uno de los participantes, Don George, me tocó el corazón. En uno de los primeros programas, él llegó con una camisa de Elvis Presley y yo le dije: ‘Me encanta su camisa”, la próxima vez que vino me la regaló. Esa vez se me salieron las lágrimas de la emoción; me tocó el corazón”.

Alejandra manifestó sentirse agradecida con todas las muestras de cariño de los participantes y de los televidentes hacia ella, las cuales incluyen regalitos peluches, comida, accesorios, pan dulce, fruta…

Ocho también admitió sentirse más reconocida hoy como la modelo de “A todo o nada” que antes como reina de belleza. “Al llegar al programa tuve miedo a las críticas del público. Mucha gente fue cruel e hiriente conmigo cuando fui miss por el simple hecho de no participar en Miss Universo, pero ahora es diferente. Me llena de vida el saber que la gente me quiere”, expresó.