Entre las atmósferas de Safari Volvo

Conciertos conceptuales y sonidos oscuros que transportan a otras dimensiones son la marca de esta banda nacional que ya suena a nivel regional.

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elsalvador.com

Por Sara Castro

2015-07-30 9:10:00

Nacidos en 2010 con una propuesta musical desafiante, peculiar  y con una alineación inconstante desde sus inicios, Safari Volvo sigue vigente en la escena salvadoreña. 
Con una intensa mezcla de sonidos eléctricos, oscuros y donde el sintetizador análogo  toma protagonismo para adentrarse en un viaje sideral, los integrantes fundadores, Gabriel Granadino y Rubbert Ponce explicaron que su proyecto no corresponde a ningún género, como todas las agrupaciones pertenecientes al movimiento “indie”. Sin embargo, es el Black Disco y Pop Noir, los ritmos que se apegan a la banda. 
Ha sido esa “promiscuidad” (como lo definió Granadino), en cuanto a músicos, que ha marcado a Safari Volvo. “Cuando estás estable creces más y  te da chance de encontrar un sonido más estable pero esta dinámica ha enriquecido la banda”. 
Cada uno de los integrantes, y de quienes algún día formaron parte de, han dejado su gusto musical en la agrupación. Son las influencias del blues y jazz, el funk, Queen, David Bowie o The Cure, los que alimentan e inspiran a esta banda conformada por Gabriel, vocalista y tecladista; en la guitarra y producción, Rubbert; Miguel Castaneda en el bajo y la batería a cargo de David Guardado.   
Las “texturas” y “atmósferas” que definen a Safari han llegado a un público muy íntimo, como lo definió Granadino, característico de la escena “indie”. La emoción de tener un evento lleno siempre está latente pero para los miembros de Safari “que el público sea más rebuscado lo hace para conocedores o que seamos una banda de colección”. 
Pero no solo un público salvadoreño ha sido testigo de sus presentaciones conceptuales. Hace más de una semana, la banda se presentó en el Festival Nu, en el Museo de la Identidad Cultural de Tegucigalpa, en Honduras. Junto a ellos, “Fox the Kid” y “Clarence” representaron a El Salvador. También el público de Guatemala ha disfrutado de la propuesta de los “volvos”.
 “Bad Influence” y “Bastardas” son los discos que este público, ávido de una nueva propuesta musical, ha escuchado en vivo y en las plataformas streaming, ya que, por el momento, el grupo no tiene ninguna producción en físico por sus elevados costos. 
Según Granadino, el primer compilatorio fue “el arrancón” y el segundo fue titulado así porque “eran las canciones rechazadas del primer disco”, expresó riéndose. 
Pero ambos trabajos son solo el inicio de su trayectoria. “Vértigo” es el tercer disco y está en camino. Es en este material que los integrantes consideran que “se define mejor el sonido de la banda, porque es más oscuro y pesado. Hay más guitarra y voz”.
La creatividad y excentricidad plasmada en sus temas han sido criticadas a la hora de tocar en vivo. Y es que Safari Volvo incluye en su música sonidos elaborados con programas especiales de computadoras, pero esos señalamientos no los han detenido. 
“Es bien difícil tener todo ese sonido en vivo sin tener más miembros o instrumentos, pero esas texturas marcan la diferencia porque queremos que las personas que lo escuchen se transporten a otro lado”, indicó Granadino.
Para Rubbert, “la idea nunca fue convertirnos en algo potable y digerible, todo lo contrario, la misión siempre fue transgredir y eso lo llevamos a la experimentación de géneros”. Y así lo han hecho. 
Safari Volvo ha irrumpido con originalidad en su sonido la escena musical del país y exhortó a los que quieran echar a andar su proyecto musical a encontrar su lenguaje, diferenciarse, ser fiel a su visión y ponerle amor.