Las cartas underground

Con sonidos del folk, blues y swing y sus presentaciones conceptuales, la banda nacional "Cartas a Felice" se consolida en la escena musical independiente.

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Por Sara Castro escena@elsalvador.com

2015-06-25 7:00:00

Sentados en la alfombra del estudio de ensayos de La Casa Tomada, los integrantes de la banda nacional “Cartas a Felice”, muy relajados, conversaron, sin rodeos, sobre la actual escena “indie” y de su evolución como agrupación.

Perseverancia es una palabra que puede definir a este grupo de jóvenes que un día de enero de 2011 decidieron crear su banda. Perseverancia porque en un país “sin industria musical”, como ellos lo expusieron, ya lanzaron producciones discográficas, el soundtrack del filme “Malacrianza”, de Arturo Menéndez, tiene su sello, se han presentado fuera de las fronteras del país… y van por más.

Sus inicios puede decirse que fue en pleno auge del movimiento “indie” en El Salvador. Movimiento que si bien ha estado presente, es en los últimos seis años que toma fuerza. Fue la plataforma “Indie Collective” el que agrupó a bandas de diversos géneros, expuso esa amalgama de géneros musicales y fortaleció la escena de jóvenes músicos con nuevas propuestas, incluyendo “Cartas a Felice”.

José González, en la guitarra y voz; Gabriela Rivera, voz principal de la banda; Atilio Montalvo, quien da sus acordes en la guitarra; David Franco, en la batería, y Ricardo Santos, el bajista, son los compositores de “Volcán”, “Aurora” y el “Bar Muerto”, entre otras. Todos con profesiones paralelas a su banda musical.

Equilibrando sus agendas laborales y personales, estos jóvenes han sabido llevar sus responsabilidades como músicos creando un producto auténtico y nacional. Ese es parte de su distintivo: crear y producir música de calidad.

“El reto más grande y difícil es cuando sonás después de una canción de los Red Hot Chili Peppers, y en la televisión tu video va después de Arctic Monkeys. Ellos son buenísimos, pero tienen los recursos y tienen una gran industria detrás. Lo más difícil es que nosotros que tenemos que trabajar en otras cosas, no tenemos dinero, no tenemos recursos, logremos dar un producto que la gente ni siquiera lo pueda o logre distinguir y esté a la altura en calidad musical, técnica y expresión”, manifestó Atilio.

Su música, que ya tiene un eco en la escena underground, muchas veces ha sorprendido a productores o personas dentro de la industria musical, tanto es así que cierta vez les dijeron: “Jamás había escuchado esto y jamás pensé que fuera una banda salvadoreña”, recordó Santos.

Bajo la lógica de que en el país no hay una producción de calidad, José González afirmó que “es esa autoestima de país, de sociedad, la que no ayuda. Da tristeza que nos digan eso, pero sí, ¡claro que sí somos salvadoreños! Eso quiere decir que lo estamos haciendo bien”, aseveró.

Es el swing, folk y blues los sonidos que definen a esta banda que conquista, poco a poco, a salvadoreños. De acuerdo con José todavía es poco público pero “Cartas a Felice” también busca “sonar en buses, en otros departamentos, que nuestra música suene en todo el país”.

Pero también desean sonar fuera de las fronteras nacionales. Con mucha convicción, David comentó que “quisiera que la banda tuviera un nombre en Latinoamérica. Una meta ambiciosa pero lograble. Ya hay revistas argentinas y mexicanas que nos han sacado publicaciones”.

Su trayectoria es corta pero significativa para el movimiento “indie” nacional. Ellos aún no consideran que su banda ya tiene un renombre. “Todavía no hemos dejado un legado ni una huella. Lo que sí siento es que ‘Cartas a Felice’ ha permitido que muchos jóvenes que quieren hacer su proyecto de banda nos vean como un ejemplo”, concluyó el bajista Ricardo.

Espere la próxima entrega.