Eduardo Verástegui: “Nunca hice una comedia…”

El actor mexicano, quien busca consolidar su carrera en Hollywood, forma parte del elenco de "Paul Blart: Mall Cop 2", a estrenarse hoy en el país, y "Little Boy"

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elsalvador.com

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2015-04-16 12:00:00

LOS ÁNGELES. El mexicano Eduardo Verástegui vive una evolución constante. Se dio a conocer como cantante y modelo, después encontró su hueco como actor de telenovelas y finalmente dio el salto a Hollywood, desde donde busca “transformar la cultura a través del arte”.

Esta vez se podrá ver al intérprete de Xicoténcatl, de 40 años, por partida doble. Primero en la comedia “Paul Blart: Mall Cop 2”, donde comparte escenas con el humorista Kevin James, y después con el drama “Little Boy”, una cinta que él mismo ha producido.

Estos trabajos suponen su regreso al cine tras varios años desde su última película, “Cristiada” (2012), un tiempo que ha dedicado principalmente a su productora, Metanoia Films, creada junto a sus socios Alejandro Monteverde y Leo Severino.

“A veces hay cosas que no planeas y son oportunidades que salen”, explicó Verástegui sobre su participación en “Paul Blart: Mall Cop 2”, un proyecto al que llegó por su amistad con James, que previamente había intervenido en “Little Boy”.

En “Paul Blart: Mall Cop 2”, de estreno desde hoy en el país, el mexicano interpreta a Eduardo Furtillo, el jefe de seguridad de uno de los hoteles más lujosos del mundo, ubicado en Las Vegas (Nevada), donde se lleva a cabo un atraco que requerirá la intervención del protagonista, interpretado por James.

La primera entrega recaudó más de 180 millones de dólares en todo el mundo.

“Nunca hice comedia. No soy comediante, así que no entraba en mis planes. Pero tras trabajar juntos en ‘Little Boy’, nuestra amistad se fortaleció y quiso ayudarme en mi carrera. Ejerció como ‘coach’ e hizo mi tarea más fácil”, indicó Verástegui.

Al actor le atrajo su personaje porque pasa por una transformación que le recuerda a la que él mismo ha experimentado en la vida real.

“Comienza como un hombre arrogante, ególatra y superficial, pero sufre un par de humillaciones que le harán cambiar. Lógicamente, la transformación que yo he pasado no es tan rápida, pero sí la he sufrido durante toda una vida a base de trancazos y heridas. Eso hace que abras los ojos y que madures en ciertas áreas”, manifestó.

Verástegui, un hombre muy religioso, activista católico en firme lucha contra el aborto, decidió en 2004 montar su propia productora “para tener el poder de controlar el mensaje y el contenido de una obra” y así contar historias “que marquen la diferencia”.

“El cine tiene esa facultad de sanar, de unir y de inspirar. También de conseguir amar, perdonar más y juzgar menos. Quiero tocar corazones y elevar el intelecto.. Se puede transformar la cultura a través del arte. Eso me llevó a ser productor. Quise subirle el volumen a mi carrera”, declaró. El primero de los proyectos que sacó adelante fue “Bella” (2007), de Alejandro Monteverde. El siguiente, “Little Boy”, verá la luz el próximo día 24.

“Es difícil ser cineasta independiente porque haces todo fuera del sistema. Vas a un ritmo diferente. No es fácil. Cuando se suda cada centavo parece que vas a cámara lenta. La ventaja es que controlas el contenido, pero no tienes garantizada la distribución”, indicó.

“Little Boy”, dirigida también por Monteverde, narra la historia de un niño que hará todo lo posible por conseguir que su padre regrese vivo de combatir en la II Guerra Mundial, una cinta con la que pretende “despertar la inocencia y la pureza que todos llevamos dentro”.

La cinta cuenta con un reparto formado por Emily Watson, Michael Rapaport, Tom Wilkinson y el propio Verástegui, cuya intención es seguir rodando en México para generar empleos y ayudar a que esa industria siga creciendo.

“La película habla sobre la importancia de la paternidad, de qué significa ser un buen padre y de buscar lo mejor para los hijos. Está diseñada para inspirar a la gente y convertirnos en los héroes que necesitamos ser para que este mundo sea un lugar mejor”, apuntó.

Verástegui, precisamente, aguarda el momento de formar una familia con ganas e ilusión. “Es un deseo muy grande. Mientras, me sigo preparando. Esa es mi meta en la vida: convertirme en la mejor versión de mi persona”, afirmó.

De hecho, no mantiene relaciones sexuales desde hace más de una década y se mantiene casto hasta que dé con la madre de sus futuros hijos.

“Es un ejercicio de fuerza de voluntad que te ayuda a fortalecer tu carácter y a controlarte. Sin la disciplina me colapso. Sin ella, me puedo perder muy fácil, sobre todo en esta carrera de tentaciones y excesos. Quiero tener balance y armonía, y eso te lleva a una paz interior y a la felicidad verdadera”, sostuvo. —EFE