Adiós al “Tigre Sabanero”

El ídolo de los salvadoreños Aniceto Molina perdió la batalla contra una bacteria pulmonar que lo tenía conectado a una máquina. La familia agradece al público sus muestras de cariño.

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elsalvador.com

Por Elis Silva/ Kevin E. Salazar/ Osmín Monge escena@eldiariodehoy.com

2015-03-31 8:00:00

La única espina que tenía Aniceto Molina era no haber nacido en El Salvador, siendo este el país que lo convirtió en el Embajador de la Cumbia en todo el mundo. “El Tigre Sabanero” murió a los 76 años en San Antonio, Texas, por un infarto respiratorio.

“Con lágrimas y con el corazón destrozado, hago saber al público, amigos y medios de comunicación que mi padre, Aniceto Molina, acaba de fallecer en el University Hospital de San Antonio Texas; agradezco por sus oraciones, plegarias y buenos deseos que tuvieron con mi padre”, escribió el hijo del cantante, Johnny Molina en las redes sociales.

Al cantante colombiano lo internaron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del University Hospital de San Antonio Texas por problemas respiratorios el pasado miércoles 11 de marzo.

“Johnny me habló ayer (Domingo de Ramos). Teníamos esperanzas de que se recuperase. Él me comentó que había dado señales de vida y que podía respirar por su propia cuenta. Además, ya comenzaba a mover sus manos. Eso lo tomamos con optimismo, que nuestro cantante se levantase de la cama”, aseguró el productor del Tigre Sabanero, Oswaldo González, a El Diario de Hoy.

Según González, el intérprete de “El peluquero salvatrucha” murió a las 4:39 p.m. “Jonnhy me comentó que la noticia ha sido dura para toda la familia. Doña Carmen Molina se desmayó en el momento que Aniceto Molina tuvo el infarto. Él no resistió los medicamentos”, enfatizó.

El artista estuvo ingresado por dos semanas y cuatro días en la UCI. Pero su cruzada contra este mal empezó cuando estuvo ingresado en el Hospital de Diagnóstico por un dolor de pecho durante su gira musical en El Salvador a inicios de enero.

Pese a esa semana de descanso obligado, “El Tigre Sabanero” le cumplió a los salvadoreños y terminó sus presentaciones. Luego regresó a casa, pero nunca imaginó que volvería a recaer. El historial clínico del colombiano fue “complicado”.

El 5 de agosto de 2013, los médicos lo mandaron a reposo por cuatro meses, después de su intervención quirúrgica por problemas de corazón. Hoy sigue luchando por su vida conectado a un respirador artificial.

El Diario de Hoy conversó el 16 de marzo con el productor Oswaldo González, quien indicó que Molina fue tratado desde el inicio por una neumonía. “Se está esperando que al artista se le desinflamen los pulmones, para poder tratarlo rápido y sacarlo de la UCI”, puntualizó.

“Yo quiero que la gente lo recuerde como un rey que se entregó a los salvadoreños y a todo el mundo. Fue un hombre que siempre estuvo para cumplirle a los salvadoreños y como amigo y compañero de trabajo quiero que todos guarden la imagen de un hombre humilde y lleno de energías”, destacó González.

Un gran músico

Desde que surgió la noticia del fallecimiento, infinidad de salvadoreños usaron como vía las redes sociales para demostrar la tristeza provocada por la partida del ícono de la cumbia.

Este periódico logró conversar con la artista Isis Gallardo, quien aseguró: “Mi tigre siempre supo cautivar a su público, es un hombre que hizo vibrar corazones y que supo dedicarse a su público, porque cada vez que él se entrega con energía en el escenario, nos hacía transportarnos. Aniceto Molina fue y será siempre muy querido por los salvadoreños”.

Gallardo agregó que dependiendo de las indicaciones que de la familia del cantante podrán rendirle tributo al hombre “que les cambió la vida”.

Ambos compartieron el escenario por última vez a finales del año pasado, fue cuando Isis le dio un “último abrazo”.

El Grupo Melao se sumó al luto. “La música de Aniceto Molina es parte del patrimonio cultural de El Salvador. Nosotros estamos muy agradecidos por el tiempo que él se dedicó a cada miembro de Grupo Melao Internacional. Este año, teníamos planificado celebrar nuestros cincuenta años de carrera artística junto con él en Estados Unidos, pero ante esta pérdida irreparable queremos que el legado del Embajador de la Cumbia siga latiendo”, indicó el miembro del grupo, Dagoberto Figueroa.

Según Figueroa, cuando Molina estuvo el mes de enero en el país, el cantante de “Fiesta cumbiambera” les dijo “Yo creo que este año no volveré a El Salvador. Ya no tengo las mismas fuerzas de antes”. Aquellas palabras sonaron como una despedida definitiva. Los Figueroa nunca se imaginaron que era un adiós.

“Yo le regalé un spray para que liberase su garganta del malestar. Estaba muy enfermo don Aniceto. Él me aseguró que el spray le ayudó y me bautizó como su doctor ‘guaja'”, desatacó Figueroa.

En Facebook el productor musical salvadoreño Claudio Morazán expresó: “Este día partió a la presencia de Nuestro Padre el señor Aniceto Molina, mis condolencias a toda su familia, en especial a su hijo Johnny Molina. En paz descanse”.

Fátima Calderón, de Alfredo José y la Colección, publicó: “Increíble y sorprendida de las cosas que pasan en la vida, la cumbia está de luto”.

De igual forma Hugo Ortega, encargado de comunicaciones de los Hermanos Flores, destacó el trabajo que realizó con la orquesta. “No solo se ha perdido a un icono de la música, sino a un gran amigo”, manifestó.

Los artistas que trabajaron con Molina están esperando que la familia termine los trámites necesarios para rendirle tributo.