40 años de música clásica en el dial salvadoreño

Con una audiencia fiel y una programación que ha incorporado otros géneros musicales, Radio Clásica, en el 103.3 FM, celebra la oportunidad de ofrecer música de "paz" a los radioescuchas.

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elsalvador.com

Por Sara Castro escena@eldiariodehoy.com

2015-03-16 7:00:00

Desde Ludwig van Beethoven pasando por Fredéric Chopin, Giuseppe Verdi hasta llegar a los clásicos contemporáneos son parte de los músicos que han acompañado a los salvadoreños gracias a Radio Clásica (103.3 FM). Nacida en un ambiente de crisis política y social, previo al estallido del conflicto armado, esta estación ha logrado mantenerse en un dial saturado de emisoras con géneros musicales de moda durante cuatro décadas.

Fue el 20 de marzo de 1975, que Bety Suárez, junto a su hija Elizabeth Trabanino decidieron volcar su energía en la creación de una nueva radio tras la muerte de su hijo y hermano. Su experiencia en el medio no era nula, pues Raúl Trabanino, esposo y padre, respectivamente, y a la vez pionero de la radiodifusión en el país, ya había acercado a su familia al ambiente radial.

Desde ese momento, ambas mujeres trabajaron con la visión de “brindar paz” a los oyentes a través de la música clásica. Elizabeth, actual directora de la emisora, relató que después de la escuela se juntaba con el músico polaco Bertoldo Brett para escuchar óperas y otras composiciones armoniosas, como barrocas o renacentistas, de las cuales todavía siente preferencia.

“La idea era ir haciendo colecciones de todos los siglos: barroco, romántico, clásico, ópera, solistas. Tener todas las categorías y llenarlas”, dijo. Así nacieron las primeras programaciones de la radio.

Adquirir discos o producciones clásicas llevó tiempo, pero gracias al apoyo de Brett y de María de Boet, fundadora del extinto almacén Kismet, la emisora comenzó a compilar importantes discografías clásicas. Pero, de acuerdo con Trabanino, también “los oyentes empezaron a mandar discos cuando supieron de la radio, y así iniciamos colecciones de ópera que nadie tiene en este país”.

La selección y búsqueda de música no era la única tarea complicada, permanecer en el dial FM y conservar la audiencia han sido los mayores desafíos durante estos 40 años de transmisión, sobre todo, cuando en la búsqueda de apoyo para fortalecer la radio muchos dijeron “no”.

“A nadie le va a interesar esa cultura, no podemos darle pauta, mire, si fuera por su carita bonita, le diéramos espacio, nosotros no somos la Cruz Roja”, fueron algunas de las respuestas con las que Elizabeth Trabanino se enfrentó. Pero esas actitudes solo hicieron que su empeño para hacer crecer a Radio Clásica fuera más firme.

“Es triste que la gente invierta en cultura o en arte como si fuera una obra de caridad. A veces pienso que sí, la falta de visión ha hecho que nuestro país esté así. No nos hemos caracterizado por ser un país sensible, y el arte, la cultura y todas esas manifestaciones hacen que la sociedad tenga otras formas de expresarse que no sea la intransigencia y violencia”, afirmó esta mujer amante del arte y de las radiodifusión.

A pesar del contexto en el que Radio Clásica se ha desarrollado, para su fundadora, la estación radial ha sido un espacio de “paz y solaz” para los salvadoreños, incluso durante momentos de desastres naturales y de guerra civil.

Trabanino recordó que después del conflicto armado un excomandante le pidió una cita. “Tengo algo que a usted le pertenece”, dijo el hombre. Ella accedió a encontrarse con él. Envuelto en papel empaque, el comandante le entregó poesías escritas a mano. “Esto le pertenece a usted, porque yo las escribí escuchando Radio Clásica”, comentó Elizabeth que dijo el señor.

“Sentí que de alguna manera habíamos contribuido a ese proceso de paz”, agregó la fundadora de la radio, quien aún conserva los escritos.

También han sido cuarenta años de contribuir a la cultura de El Salvador, de acercar expresiones artísticas a los salvadoreños no necesariamente desde la cabina o de un teatro imponente.

Radio Clásica ha llevado conciertos a plazas o parques de todo el país. Según Trabanino, se tiene la percepción de que “la música clásica es solo para un cierto estrato de la sociedad. Uno no puede decir que solo ‘ciertas’ personas van a conmoverse por una obra de arte. Es algo inherente al espíritu humano y todas las personas deben tener acceso a ello”.

Asimismo, ese aporte al país se ha extendido a los artistas locales. Teatro, danza, literatura, sinfónicas, orquestas, todos han tenido un espacio en la emisora o han palpado el apoyo de ella a través de la organización de exposiciones o presentaciones.

Gracias a esta visión de renovación y de “hacerle bien a la sociedad” por medio de la música clásica – y otros géneros que se han incorporado en los últimos años, como el jazz, tango, la trova y ritmos cubanos- la única radioemisora de este género ha podido proseguir en un dial empecinado en géneros urbanos y de moda, y se reafirma como una “representante de la cultura de El Salvador”.