Los Juegos Florales en el Siglo XXI

El concurso ha sido una oportunidad para descubrir el talento de literatos salvadoreños. ¿Cuál es su función en la actualidad?

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elsalvador.com

Por Stanley Luna @Sol_o_Luna

2015-02-24 12:00:00

A pesar de todos los obstáculos a los que se enfrentaron el año pasado, los Juegos Florales y la entidad que realiza el certamen, la Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura), el concurso sigue vigente.

Después del caso de plagio de Mario Rojas, a quien como parte del reconocimiento por “ganar” la edición XVIII de Los Juegos Florales Morazánicos se le publicó un libro en el que plagiaba a diferentes autores -despertando de esta forma la crítica del sector literario del país que demandó este hecho y la ineficiencia, no solo de las bases, sino de la institución de cultura-, Secultura decidió hacer una reestructuración de las bases de competencia.

Este ajuste contempló la incorporación de dos puntos: uno hace referencia a la calidad inédita de los trabajos y la sanción del plagio, y el otro, a la presentación de una declaración jurada por parte del participante, en la que establezca que la obra no ha sido anteriormente publicada y es de su autoría.

A lo largo de la historia, los Juegos Florales han servido para descubrir talentos literarios en El Salvador y para que los mismos artistas den a conocer su trabajo dentro y fuera del país, como el caso de Jorge Galán, Vladimir Amaya, Claudia Meyer, Jorgelina Cerritos, entre otros.

El decreto legislativo n° 652, de fecha 14 de mayo de 1968, establece en su considerante I mantener e impulsar los Juegos Florales “para vigorizar la cultura nacional”. Desde entonces el concurso tiene ese objetivo, aunque con el pasar de los años el decreto ha registrado dos modificaciones de otro tipo.

El secretario de Cultura, Ramón Rivas, expresó que la importancia de los Juegos Florales en la actualidad es darle el papel que verdaderamente se merece la literatura en una sociedad. El funcionario también hizo énfasis en la importancia de poder transmitir el trabajo de los artistas.

“Este objetivo de ‘descubrir y potenciar’ es realizable pero realmente incompleto, ya que la ausencia de un mercado editorial en el país no ofrece grandes perspectivas de publicación, por lo que escritores ya identificados y galardonados se quedan en el mundillo de los Juegos Florales coleccionando premios en diferentes géneros”, comentó el escritor y docente, Rafael Francisco Góchez.

Para él también debe definirse el propósito del certamen, porque mientras unos lo conciben como un reconocimiento inicial, otros lo ven como una especie de subsidio estatal o una colección de galardones “ad infinitum”.

Mientras el escritor y abogado Alfonso Fajardo es de los que prefiere hablar de resultados de los Juegos Florales, aunque considera que los objetivos son importantes porque estos son los que justifican las políticas públicas del Estado.

“Ha servido (el concurso) como el primer incentivo para los jóvenes creadores, pero también ha querido fungir como un premio consagratorio y como un verdadero modus vivendi de algunos autores, depende de la época se analice el certamen”, aclaró.

¿Un concurso a nivel internacional?

Algunos países ya realizan concursos literarios en línea, donde participan personas que no residen o no tengan la nacionalidad en ese lugar. En Centroamérica se encuentra el Premio Centroamericano Carátula de Cuento Breve, promovido por la revista centroamericana Carátula y la Embajada de Francia en Nicaragua.

Pero a pesar de estar dentro de la región latinoamericana, ese no es el caso de los Juegos Florales de El Salvador, aquí los participantes tienen que llegar a las Casas de la Cultura a entregar sus trabajos o tienen la opción de enviarlos a través de correos certificados (servicio de agencias postales) a la Casa encargada de canalizar el certamen.

Al preguntarle a Rivas sobre el camino que hay que recorrer para que los Florales logren posicionarse como un concurso de prestigio a nivel internacional, respondió: “Creo que en gran parte depende de nosotros como institución rectora de la cultura. Y esta es una tarea que yo me la he tomado y afortunadamente tengo todo un equipo de gente que está de acuerdo y que quiere apoyar”.

El funcionario también mencionó que necesitan generar alianzas con la empresa privada, con los partidos políticos y con casas editoriales fuera de la geografía nacional. Recalcando que esto hay que verlo como un proyecto de país y que espera que de aquí a 10 años los Florales de El Salvador ya sean conocidos en otras naciones.

Hasta el momento Secultura realiza una difusión de los ganadores de Florales que se limita a conversatorios y lecturas en escuelas y centros comerciales, no existe una estrategia actualizada que difunda al artista fuera de las fronteras haciendo un aprovechamiento de las tecnologías de las que se disponen.

A mediados de 2013, la entidad publicó las obras de los ganadores de los Florales edición 2012. Según Rivas, los galardonados del año pasado tendrán su obra publicada antes que finalice este año, en ello se invertirá alrededor de 20 a 25 mil dólares.

Pero Erick Lemus, director de la Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI), dijo no saber nada al respecto. “No, el compromiso ahorita son los ganadores de este año”, mencionó, ya que las bases de competencia 2015 contemplan la publicación de una antología que se realizará para buscar mayor calidad literaria y para reducir costos en Secultura, que se encuentra en austeridad.

“Hay que ver si se pueden publicar los del año pasado y los del año antepasado, siempre está la posibilidad de hacer una publicación electrónica, pero eso es algo que está en potestad del titular de turno, en este caso el doctor Ramón Rivas debe tomar esa decisión si es conveniente o no”, agregó Lemus.

El director de la DPI también habló del gusto “clásico” que tienen algunos escritores de tener su obra impresa, un punto en el que está de acuerdo Rivas, quien, además, destacó que se debe ver en términos monetarios el producto de la creatividad de los autores y proteger sus derechos intelectuales. En esto último aseguró que se está trabajando, pero que “la cultura en la que vivimos no la vamos a cambiar de la noche a la mañana”.

El funcionario público, basado en la difusión tradicional de los autores, afirmó que no todas las escuelas tienen acceso a Internet y que eso imposibilita a los alumnos leer las obras en caso se subieran a la web.

Sin embargo, si se piensa a nivel de difusión internacional, el titular dijo que ha tenido conversaciones con Jesús Villalta, gerente de Comunicaciones de Secultura, y Erick Lemus, para probar si con el consentimiento de los autores, las obras pueden subirse al sitio web de la entidad, pero que tanto Lemus como Villalta se han enfocado en el peso de los documentos y las limitantes del sitio.

Antes que finalice su cargo, Rivas dijo que espera tener en la página web dos o tres obras bien “calibradas”.