Bob Marley, a 70 años del nacimiento de la leyenda

El jamaiquino, cuya corta carrera profesional trascendió fronteras con su música de amor, paz y fines políticos, cumpliría siete décadas

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elsalvador.com

Por Kevin E. Salazar / EFE Twitter: @KevinESalazar

2015-02-03 12:00:00

Cedella Marley luchaba cada día por sacar adelante a su hijo. Vivían en la pobreza, no contaban con agua, ni electricidad. Años después, Bob conoció a quien llegaría a ser su mejor amigo, Bunny Wailer. Con él, Bob empezó a interesarse en la música. Juntos llegaron a componer y tocar algunas canciones.

Muy influenciados por la música de Raymond Charles, Curtis Mayfield, Brook Benton o Fats Domino, y de grupos como “The Drifters”. Su formación artística fue gracias al cantante Joe Higgs, quien gozó de cierta fama y se ganaba la vida dando clases de canto. En una de esas, la dupla conoció a otro joven músico de nombre Winston Hubert McIntosh. (Peter Tosh).

En 1962, Bob participó en una audición para un productor musical llamado Leslie Kong, quien quedó impresionado, le invitó a grabar unas canciones. Al siguiente año, Marley decidió que el mejor camino para alcanzar su sueño era la música y formó la banda “Wailing Wailers”. El nuevo grupo ganó la simpatía del percusionista rastafari Alvin Patterson, y él los catapultó a la fama.

Éxito profesional

En los años 70, Jamaica vivía un empeoramiento de su ya típica violencia. La situación degeneró una guerra civil callejera entre pandillas y el Ejército. Bob Marley ya era entonces un pacifista apolítico, un música ya consagrado y un auténtico propulsor de la fe rastafari.

Para Stephen King, en su libro “Reggae, rastafari y la retórico del control social”, el hecho de que su música se empezara a comercializar fue por los temas de transformación social, el rechazo al colonialismo y la autoemancipación. El responsable de esta idea fue el productor británico Chris Blackwell, quien logró manejar a Malrey para encontrar su voz en el reggae.

“Yo creo que el reggae es un cuestionamiento a la cultura, al sistema político y a la vida misma. Bob Marley logró transformar el mundo con su música. Permitiendo traspasar fronteras para comercializar sencillos y álbumes”, comentó el director de la Stereo Club FM, Paco Palma.

Según Palma, el reggae es “una cultura que ha traspasado el continente americano. Marley pudo llegar a la esencia de este estilo de música que cautivó a miles de millones de personas”. Marley logró romper fronteras.

A esta opinión se suma Álex Oviedo. El músico y productor sostiene que el reggae “más que un género musical que marcó un estilo de vida y llamó la atención del mundo entero, es el legado de Bob que se marca por promulgar la paz, la fe, la reconciliación, aún cuando algunos de sus temas se usaron con fines políticos”, aseveró.

“Marley llegó a todos los segmentos y estratos sociales. Él fue la máxima representación de la comercialización. Mucha gente lo escuchó, pero solo sus fans entendían el mensaje central de su música”, expresó el vocalista de REDD y locutor de la Cool FM, Diego Selva.

La globalización del reggae también generó cambios en las elecciones generales de Jamaica en 1972, 1976 y 1980. Y en el Siglo XXI aún se deja escuchar a nivel mundial.

Bob Marley es un verdadero símbolo de paz y su legado trascenderá aún más, pues el reggae cambió, cambia y cambiará, muchas vidas.El 11 de mayo de 1981, víctima del cáncer, Bob Marley falleció en Miami. Juran muchos jamaiquinos que ese día el cielo isleño se rompió en rayos y truenos. Pero la tormenta era interior: con 36 años, desapareció el único artista idolatrado en cinco continentes.

Pero Marley encontró la inmortalidad después de la muerte y este viernes 6 de febrero, el mundo celebrará el natalicio del primer ídolo global. Su tumba es hoy una de las atracciones turísticas en Jamaica. Su mitología forma parte de la identidad cultural.

A sus 70 años de nacimiento, la imagen y las ventas de Bob Marley siguen agitándose. El jamaiquino, nacido a finales de la Segunda Guerra Mundial, 1945, vio la luz en Nine Mile, una pequeña localidad al norte de la isla. Era hijo de Cedella Booker, una afro-jamaiquina que tenía 18 años (cuando nació Bob) y de Norval Marley, un jamaiquino blanco de ascendencia inglesa (su familia provenía de Essex).

Bob Marley tuvo que soportar burlas y desprecios por parte de “negros” jamaiquinos por su condición de multato. Pero después, Bob se demostró indiferente a esos desaires.