Simón Varela: “Llevo la bandera de El Salvador conmigo en lo alto”

El artista salvadoreño fue nominado a la reciente premiación de los Globos de Oro. Ahora buscará la victoria en los Premios Annie y,probablemente, en Los ??scar, con"El Libro de la Vida", junto al director Jorge Gutiérrez

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elsalvador.com

Por Kevin Eduardo Salazar Twitter: @KevinESalazar

2015-01-12 12:00:00

Su talento para crear y recrear mundos fantásticos en el cine ya cosecha éxitos a nivel internacional. El diseñador de animación salvadoreño Simón Varela sigue abriendo brecha en la industria cinematográfica. Su participación en “El Libro de la Vida”, del director mexicano Jorge Gutiérrez, le valió la nominación a “Mejor película animada” en la reciente premiación de los Globos de Oro.

Aunque el galardón fue entregado a “Cómo entrenar a tu dragón II”, el oriundo de Quezaltepeque ve con bueno ojos sus nominaciones. Esta semana podría adjudicarse una nueva si “El libro de la vida” resulta nominado para los premios Óscar de la Academia.

Pero tal vez la candidatura que más le entusiasma en estos momentos es la de los Premios Annie a lo mejor de la animación, que se entregan el sábado 31 de enero.

Mientras Varela permanece en Valencia, España, trabajando los detalles de su nueva animación, titulada “Animals Crackers”. Es el director artístico del proyecto y comparte créditos con figuras de talla mundial como Tony Bancroft (El Rey León), Carter Goodrich (Ratatouille), Scott Sava (Gasparín conoce a Wendy) y Jaime Maestro (ganador del Goya 2013).

También participó en la Semana Internacional de la Animación, por el Día 3D, y destacó el papel del “freelance” en las producciones animadas, como una forma de vida para incorporarse al trabajo fílmico.

Vía online, a pocos días de conocer las nominaciones a los Óscar, Varela conversó sobre sus proyectos en San Salvador y sus expectativas ante el tan anunciado Ministerio de Cultura que se prevé inicia funciones antes de finalizar enero. Él espera un apoyo sustancioso a los proyectos de animación, como una oportunidad para que el país desarrolle una industria que ponga a los cuscatlecos en el mapa cinematográfico.

Para romper el hielo, ¿quién es Simón Varela?

Es un salvadoreño que tuvo que irse de Quezaltepeque y emigrar con toda su familia a los Estados Unidos, con 15 años de edad. Allá, luego de un breve paso por la carrera de arquitectura y contra la voluntad de mi padre, decidí seguir lo que tanto me apasionaba: el dibujo. Así me aventuré a estudiar una carrera que jamás hubiera podido conocer y estudiar si me quedaba en El Salvador. Y gracias a ella me propongo hacer más cosas.

¿Cuáles fueron los retos de un diseñador de producción en la industria cinematográfica estadounidense? ¿Cómo superaste esos retos en las animaciones “Buscando a Nemo”, “La Era de Hielo”, “Scooby Doo” y “El Libro de la Vida”?

En estos tiempos la industria es muy competitiva. Yo no sé qué decirte en esta pregunta, porque ni toco la computadora. Yo dibujo a mano, porque me gusta ensuciarme con mis materiales. Ante las formas de trabajo, los retos a los que uno se enfrenta en este trabajo son los de siempre en una película, que nos hará vernos y sobresalir ante las otras. Por supuesto, damos lo que nos dejan dar, porque el diseñador de producción está restringido al director y más que todo por los productores y estudios que, por más que predican algo diferente, siempre terminan con algo similar. En “El Libro de la Vida” fue diferente, ya que Jorge sabe lo que quiere y yo simplemente tuve que meterme en su cabeza y organizar ese caos de ideas que él tenía.

Con Jorge y todo el equipo de “El Libro de la Vida” no hubo tropiezos, todo fue rápido… La clave para que este proyecto tuviese éxito fue la comunicación entre todos. Regañamos gente porque teníamos que procurar que todo saliese bien. Fue una experiencia gratificante. Aprendí a ver los diseños de Jorge. Con su visión gráfica y mi equipo de trabajo, les dimos vida a los personajes. Y te diré que me gustaron los personajes malos. En “El Libro de la Vida” hay dos malvados. Uno es malo-bueno por ver que saca y el otro, que es Xibalba, es un arquetipo perfecto de maldad. Y las esculturas que dieron vida física a estos se trabajaron en El Salvador.

A El Diario de Hoy le comentaste una vez que el cineasta mexicano Jorge Gutiérrez ha sido el primero en darte el crédito de “Diseñador de animación” en “El Libro de la Vida”, ¿por qué en las otras producciones no se te dio el crédito?

Él (Jorge Gutiérrez) me dio la oportunidad de ser el “diseñador de producción” para su película “El Libro de la Vida”. Hay producciones para las cuales he trabajado colaborando en el diseño de la película, pero he sido contratado como “artista de desarrollo visual”, donde me tocó diseñar para encontrarle ese “look” que necesita la animación, con la diferencia que tu trabajo pasa por el filtro. Ahora que soy diseñador de producción, puedo encontrarle ese “look” con tiempo, porque me gusta que lo que pase por mis manos sea original.

Así que trabajamos con esculturas hechas por manos salvadoreñas, donde me la jugué y me vine a trabajar con 15 jóvenes y a todos nos dieron el crédito. Además, la conexión que logré con mis colegas latinos que trabajamos con Jorge fue excelente, logramos crear ese ambiente que nos conectó a todos. Ellos decían yo ya he estado en ese pueblo. Para lograr esto, tuve un equipo de 10 a 15 personas junto al director de arte. Yo era el puente entre los diseñadores y Jorge, porque tenía que dar mi visto bueno antes para que Jorge diera la última palabra.

“El Libro de la Vida” permite ver una identidad Latinoamérica, Simón, ¿es tiempo que todos los latinos nos incorporemos a los espacios que abre la industria del cine para contar la historia de Latinoamérica?

Hay algo que estoy viendo en Latinoamérica y que no concuerdo. Es que la gente quiere hacer anime, anime y anime. Eso es allá en Japón. Tenemos que enfocarnos en una identidad latinoamericana para proyectarla y decirle al mundo qué estamos haciendo, para hacer tendencias dentro de la industria cinematográfica. Sé que la influencia del anime es fuerte, pero los maestros deben enseñar otros artistas para tener otros horizontes que sean propios.

El trabajo que realizaste con Guillermo del Toro y Jorge Gutiérrez han permitido las nominaciones a los Globos de Oro, Annie Awards y los Annnual Critics Choice Movie Awards. ¿Cuáles son las expectativas al obtener estas candidaturas? ¿El Salvador podría visualizarse en el mapa cinematográfico por tu trabajo?

Esperemos que sí. Aunque una persona no representa a una nación. Mis logros y mis batallas son muy mías, aunque siempre llevo la bandera de El Salvador conmigo en lo alto. No quiere decir que represento a la industria de la animación del país. El Salvador necesita crecer y tomarse el tiempo para hacerlo, no hay que ser apurados y dar una mala impresión en la animación. Hay cosas que están sucediendo en Sívar, pero tomará más que eso para sobresalir en el ámbito cinematográfico en todo el mundo. Te digo que los latinos debemos incorporarnos a trabajar en producción.

Cuando te entrevistamos, comentaste que “Los premios Pixeles son una iniciativa que está despertando la animación en el país”. Con una Ley de Cultura ¿será más fácil consolidar el cine como un motor de desarrollo social y económico en el país? ¿El Salvador tiene lo necesario para hacer cine?

La animación en El Salvador aún está chiquita y todos sabemos eso, pero para que se desarrolle se necesita tiempo, iniciativa y apoyo. Los premios Pixel proveen un apoyo esencial para producir animaciones, videojuegos. Aunque esos fondos son del Ministerio de Economía (MINEC), pero este tipo de eventos y apoyo económico debería promoverlo la Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura), que tengo entendido que en enero se convertirá en Ministerio de Cultura. Con respecto a la Ley de Cultura y Arte, las leyes pueden cambiar los escenarios para operar. Por ejemplo, Costa Rica lo ha hecho con la creación del Centro de Tecnología y Artes Visuales, una organización en la que capacitan alumnos de bajos recursos y en riesgo social. Yo he tenido la oportunidad de impartir talleres ahí. Algo muy curioso, porque en mí país jamás me han llamado para que imparta lo que he aprendido afuera, por algo dicen esta célebre frase: “profeta nunca serás en tu propia tierra”. Pero este 2015 estoy dispuesto a hacer talleres en Sívar, así que será bienvenido el que quiera aprender este negocio, porque el talento está en El Salvador, le hace falta tiempo y educación a toda esa gente que tiene madera. El gobierno debería de ponerse las pilas un poco más para ayudar a los artistas que nos dedicamos a esta industria, que lo vean como una inversión a largo plazo, no solo de un trimestre y ya. Hablemos de una creación de un centro de artes visuales para San Salvador.

Sabemos que estás en España por la Semana Internacional de la Animación y de tu nuevo trabajo “Animals Crackers” ¿qué tal la experiencia con tus charlas sobre freelance? ¿Se puede vivir como freelance en producción audiovisual? ¿Cuáles son los retos de un freelance con este tipo de producción? ¿Cómo debe comercializarse?

El “Freelance” es un modo de vida al que el artista ha recurrido para abrirse campo. Es como cualquier trabajo donde hay un horario para entregar lo solicitado, pero vos te organizas con tu fondo de emergencia para lidiar con necesidades económicas, tener claro cuales son tus metas y los tipos de tareas que piensas aceptar, por lo que se aconseja que se nutran de cómo cobrar por horas, tiempos, productos, para que sepas armar tu propuesta económica, tener documentos que respalden tu experiencia, un portafolio es clave para que te comercialices.

¿De qué trata “Animals Crackers”? ¿De quién es la historia? ¿Qué elementos de diseño estás aportando al nuevo metraje?

Es una producción “Indie” de bajo presupuesto, en comparación con las producciones estadounidenses. Estamos produciéndola en Valencia, España. Trabajaré palmo a palmo con Jaime Maestro, ganador del Goya 2013 al Mejor Cortometraje de Animación, y con mi amigo Tony Bancroft, responsable de la película de Mulán. La película estará ambientada en el universo circense. La cinta tratará sobre un padre de familia que hereda de su tío una misteriosa caja de galletas mágicas. Mi reto es crear nuevamente ese mundo. “Animals Crackers” saldrá en el 2016 y aquí seré el “diseñador de producción/ director de arte”.

¿Qué esperas de la nueva estructura gubernamental de cultura y artes en el país?

Espero que no solo sean palabras y que esta entidad apoye el cine…