“Considero que mi arte toca temas universales, aunque el objetivo primordial es mostrar la convivencia que hay entre el mundo natural y lo puramente imaginario”, dice el artista Santiago Valladares, quien esta noche inaugura su muestra Otros Cuentos, en la Galería 1-2-3.
Valladares exhibirá una diversidad de piezas surrealistas, que muestran rostros y personajes que se funden en los trazos de color.
“Este es un planteamiento diferente, con elementos surreales presentes desde mis inicios en el arte. No profundizo mucho en temas políticos o sociales, aunque siempre la obra está sujeta a múltiples interpretaciones, cayendo, de pronto, en algunas escenas ridículas a las que, por cierto, no les tengo miedo”, expresó.
Valladares también menciona que el surrealismo le permite exponer parte de su mundo censurado, no por su contenido social, sino por la falta de coherencia, donde constantemente se buscan explicaciones lógicas.
“Me interesa mucho la línea que se deja manipular como cuando una figura pierde la proporción estilística”, agregó el artista.
“Si mis pinturas de pronto generan polémica, me gusta y más si es entre colegas contemporáneos, muchos de los cuales se están dejando arrastrar por las arenas movedizas del conceptualismo”, añadió el salvadoreño de 38 años.
Santiago Valladares se dejó enamorar por el surrealismo desde muy joven y su carrera ha estado dedicada al arte.
La obra de este pintor nacional se ha expuesto en Chile, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala y Panamá.
Ha obtenido varios reconocimientos en su país, entre los que destacan: segundo lugar en el Concurso de Pintura Bancasa, 1996; mención honorífica en el XIII y XIV Certamen Palmarés Diplomat, (1997) y (1999), y el Glifo de Plata de la Bienal de Arte Paiz, (2003).
Desde el año 2000 participa como artista invitado en la Subasta de Arte Latinoamericano Juannio, con sede en Guatemala.
Valladares, además, es representado por varias galerías internacionales. Su obra se encuentra en el Museo de Arte Latinoamericano (MOLAA), Long Beach, California, y en colecciones privadas de Costa Rica, Chile, El Salvador, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Holanda, México y Panamá.