Los juguetes más adecuados, según la edad

La Navidad es una buena época, para regalar juguetes que también sean útiles

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por EDH/EFE tendencias@eldiariodehoy.com

2014-12-22 12:00:00

Cada Navidad, escoger un juguete que aporte algo más que horas de entretenimiento y diversión se convierte en un rompecabezas para muchos padres. Dos psicólogas, Silvia Álava y Susana Galán, desvelan cuáles son los más adecuados para estimular los procesos de aprendizaje en los niños.

Sobre todo en la época de fin de año, que es cuando más se regalan juguetes, Álava opina que conviene tener claro qué es lo que cada uno puede aportar en función de la edad del niño.

Al mismo tiempo, señala que los primeros seis años del desarrollo infantil son primordiales; por ello, durante esta etapa se debe poner más esmero en escoger los regalos que se hacen a los más pequeños del hogar.

Para los bebés

Álava destaca la importancia de los colores, sonidos y apariencias en los juguetes para que llamen la atención del bebé y que éste comience a jugar con ellos.

Por ejemplo, los de apilar trabajan la coordinación oculomanual, la pinza bidigital y la fuerza muscular.

También hay algunos de ensamblar formas geométricas o animales, los cuales ayudan a la coordinación visomanual y destrezas finas. Se trabaja la memoria de formas y los niños aprenden la dinámica del puzle, juego importantísimo en la actividad lúdica infantil junto con las construcciones.

Para los pequeñitos, explica Galán, hay incluso juegos de colorear que traen el libro y crayolas. “Los rompecabezas también son ideales porque les estimulan las áreas de la concentración, atención y memoria”, refiere.

Por otro lado, las mantas de actividades favorecen la motricidad de los bebés, de manera que son una excelente opción.

Asimismo, las marionetas o los títeres estimulan la creatividad de forma divertida en los bebés, involucrando los sentidos de la vista y el tacto.

Además, cuando son un poco mayores los niños los usan para reproducir una historia o para crear sus propios cuentos.

Una de las ventajas, de acuerdo con Galán, es que en El Salvador existen tiendas especializadas en juguetes de este tipo. De esta forma si los padres tienen dudas, pueden consultar para adquirir el que mejor se adecue a la edad de su hijo.

Los que no pasan de moda

Aunque depende de cada niño y de la forma en que se le eduque, Silvia Álava explica que “a partir de los dos años hay que empezar a pensar que el pequeño ya no es un bebé sino un niño”.

Los juguetes tradicionales “son importantísimos para favorecer su correcta estimulación”, por ejemplo, los juegos de ensartar cuentas, pegar y despegar pegatinas en los sitios indicados son muy apropiados a partir de los dos o tres años.

Por otro lado, los juegos de plastilina, los recortables, vestir y desvestir muñecos son ideales en torno a los dos años, de cara a facilitar el progreso de las habilidades de fuerza y agilidad en los dedos de las manos, además de ejercitar la paciencia del niño.

Por su parte los patines, triciclos, bicicletas y camas elásticas favorecen la fuerza, potencia, resistencia y control muscular del niño. “Estos se podrán usar dependiendo de la destreza del niño, entre los dos y los tres años. Permiten conocer su cuerpo, aprender a dominar sus movimientos, y fomentan el desarrollo de la elasticidad, la tonicidad o el equilibrio”, apunta Álava.

Las tradicionales cocinitas, los muñecos, los bebés, las marionetas y disfraces favorecen el juego funcional y simbólico. En términos generales, a partir de los tres años los niños empiezan a simular que hacen cosas y a llevar a cabo juegos de roles, como cocinar, ir a la compra o cuidar de un bebé.

Los juegos de mesa son un buen obsequio normalmente a partir de los seis años cuando el niño puede entender las reglas y seguir los turnos de los juegos de mesa tradicionales.

Juguetes que cubren necesidades

“Lo ideal sería que los padres compren adquieran algo funcional, práctico y aplicable al niño, y no algo que van a utilizar durante unos días y luego van a dejar tirado”, expresa Galán.

Lo cierto es que a medida que los niños cumplen años, cambian tanto sus gustos como el tiempo que dedican al jugar.

La publicidad, los amigos y los propios gustos del menor influirán en los regalos escogidos, explica Álava; no obstante, los padres pueden “orientar el tipo de regalos que recibe en función de la edad, las necesidades y los recursos económicos de la familia”.

De ahí que las expertas proponen regalar cosas que además de agradar al niño satisfagan una necesidad.

Un ejemplo es obsequiar material escolar como cuadernos de actividades, lapiceros, pinturas o estuches. “Los libros de lectura también son una opción que además los estimulan a ser más creativos”, dice Galán.

Las pizarras también son útiles a la hora de hacer los deberes, lo mismo que los puzles y juegos de construcción ya que estimulan la paciencia, la memoria de formas y la lógica de las construcción.

Es importante destacar que el precio no es un factor a tener en cuenta cuando se trata de agradar a un niño. De hecho los menores no valorarán el regalo en función de su precio, más bien lo que determinará que lo aprecien es si les ha gustado o no.

Otro punto destacable es que se debe regalar con medida. La Navidad conlleva que los niños sean colmados de regalos, lo que inevitablemente produce que no presten atención a la mayoría de juguetes que reciben.

Lo mejor es hablar de antemano con los familiares qué se va a comprar, así se evita que los pequeños reciban demasiados regalos y sobre todo que sean innecesarios.