os hoteles de hielo se han convertido en una original idea para atraer a turistas de todo el mundo. Estos son solo algunos de ellos:
Chillout Lounge (Dubái). Situado en el Times Square Center de Dubái, el Chillout Lounge es el primer salón de hielo en el Medio Oriente, según se recoge en su página web. Inaugurado en 2007, se trata de un espacio diseñado a base de hielo donde todos los elementos como paredes, mesas, platos o vasos están elaborados con este material.
A seis grados bajo cero, este establecimiento dispone de soluciones para paliar la gélida sensación ambiental, como ropa térmica como una trenka o guantes de lana para los clientes. Disponen también de una zona de amortiguación, a 5 grados, para aclimatarse y permitir que el cuerpo se adapte a las bajas temperaturas.
Por su parte, en Madrid se encuentra el Ice Bar Madrid. Este local está ubicado en el corazón de la capital y reparte sus servicios en los más de 400 metros cuadrados de los que dispone.
¿Qué se ofrece en su interior? Cuenta con distintas estancias como el ice bar. También alberga una tienda donde se pueden adquirir distintos productos relacionados con el mundo del hielo; libros y fotografías de expediciones a lugares remotos; y una amplia selección de aguas del mundo, según se indica en su página web.
Snow Village (Finlandia). En la Laponia finlandesa, en las proximidades de Ylläs y Levi -Finlandia-, se halla la Ciudad de la Nieve, un espacio no apto para frioleros que cuenta con hotel y restaurante construidos a base de hielo.
Cada año, al echarse el invierno, este complejo se pone en pie para dar la bienvenida a los más valientes gracias a los 15 millones de kilos de nieve y 300.000 kilos de hielo cristalino natural empleados para la construcción de este gélido lugar. Una de las curiosidades de este rincón es que, cada año, cambia de forma, tamaño y diseño con el objetivo de sorprender a los visitantes en cada una de las temporadas.
Hotel Iglú (Andorra). ¿Imagina convertirte en esquimal por un día? El Hotel Iglú de Grandvalira, situado a 2.350 metros de altitud, abre esa posibilidad. Un espacio singular, impoluto y muy frío situado en la estación de esquí Grandvalira -Andorra-.
Construido en su totalidad a base de nieve, alberga en su interior un bar, una terraza, un restaurante y 5 habitaciones de 20 metros cuadrados. Además, para entrar en calor, este espacio pone a disposición de los clientes un jacuzzi de nieve.