Un clima cálido y una espesa vegetación convergen con la cascada El Bario, situada a tres kilómetros del municipio de Arcatao, Chalatenango, y a 138 kilómetros de San Salvador.
Calles empedradas, casas de bahareque, riachuelos, diferentes aves y el espesor de sus bosques hacen que el turista decida adentrarse en este poblado y conocer más sobre su cultura.
Personas recorriendo las calles del municipio a caballo o transportando sus cargas en burro son comunes en este lugar, lo que brinda un paisaje costumbrista en donde el bullicio de las grandes ciudades no tiene lugar.
La calidez de la gente es otra característica de Arcatao, ya que por el camino se encontrará con personas que le saludarán cordialmente aunque no le conozcan.
Pero si lo que busca es interactuar con la naturaleza y contemplar aguas cristalinas, la cascada El Bario es propicia para compartir, en familia o con amigos, una caminata o un viaje en vehículo todo terreno.
Aunque está contemplada en la ruta de Pueblos Vivos no es muy visitada por turistas, lo que podría deberse a que la arteria que conecta con el municipio no se encuentra pavimentada.
El camino hacia El Bario es montañoso, al andar por sus senderos se puede escuchar el canto de diversas aves y el sonido de sus aguas que corren sin cesar como saludando al visitante que recorre la ruta.
Aunque el acceso no es fácil, la recompensa final vale la pena, ya que la cascada le permite desestresarse y disfrutar de la frescura de sus aguas así como de un bello paisaje.
Para disfrutar el paseo lo recomendable es llevar ropa cómoda, zapatos adecuados para la caminata, botellas con agua y alimentos, pero con el cuidado de no dejar la basura en la zona para no contaminar.
Si decide visitar este lugar, y si viaja en bus, diríjase hasta la Terminal de Oriente, en San Salvador, en donde debe abordar la Ruta 125 que le llevará hasta Chalatenango, luego en el Barrio El Calvario debe tomar la Ruta 508 que llega hasta Arcatao.