Se caracteriza por aplicar los principios adlerianos al estudio de adicciones, el envejecimiento, la educación y la familia, entre muchas otras áreas; además fue nombrado Diplomático en Psicología adleriana por la Sociedad de Psicología adleriana Norteamericana.
Se trata del psicólogo estadounidense Wes Wingett, quien estuvo en el país impartiendo talleres y conferencias en el marco de la celebración de la Semana del Psicólogo, organizada por la universidad Tecnológica de El Salvador.
Dentro de los talleres que impartió el especialista están las “Técnicas de intervención en psicología clínica, utilizando el modelo de psicología individual de Alfred Adler” y “Formación docente: el autocuido y la salud mental”.
Asimismo ofreció diferentes conferencias como “Prevención y tratamiento del consumo de sustancias en adolescentes”, “Consejería Familiar en Centros de Salud Mental y Programas de Desarrollo Humano”, “Psicología del Envejecimiento”.
Para desarrollar las temáticas, el doctor Wingett se centra en la corriente psicológica clásica de Adler, una teoría de la personalidad, basada en valores, plenamente integrada, un modelo de psicopatología, una filosofía de vida, una estrategia de educación preventiva y una técnica psicoterapéutica.
Se propone fomentar el desarrollo de individuos, parejas y familias psicológicamente sanas y cooperativas, a fin de hacer un aporte eficaz a los ideales de equidad social y vida democrática.
En su calidad de enfoque psicoterapéutico optimista e inspirador persigue de manera equilibrada tanto un desarrollo individual óptimo como la responsabilidad social.
Bajo esos preceptos, Wingett aseguró que para entender el tema de las adicciones en los adolescentes (uno de los temas de su conferencia), la corriente adleriana los analiza desde tres tipos.
“Este abuso se puede dar por la simple experimentación, luego el joven ‘decide’ si continúa o no; luego pasamos al abuso y finalmente la etapa en la que se es adicto”, dijo.
Según Wes, es aquí donde la relación de familia juega un papel determinante. Ya que es necesario que el núcleo funcione bajo cinco estatutos: eglas, derechos, respeto, responsabilidad y rutinas.
Lo mismo sucede en el caso de que un joven decida ingresar a una pandilla.
“Cuando en la escuela y el hogar se rigen bajo los cinco estatutos, el joven tiene sentido de pertenencia, se siente protegido y hay un balance con sus responsabilidades”, argumentó.
Otro de los temas que desarrollo el experto fue la psicología del envejecimiento.
Según la corriente adleriana, la vejez se debe de entender desde dos tipo de perspectivas.
“La gente que está envejeciendo necesita saber dos cosas: uno es la medida en que han ayudado a sus hijos y la medida en que sus vidas han contribuido al beneficio de los demás”, detalló.
Solo de esta manera, el individuo podrá entender, aceptar y vivir plenamente la etapa de la vejez.
Y es que, en esta etapa inevitable del individuo, la psicología adleriana pretende hacer una revisión de la vida desde una perspectiva positiva anteponiendo la forma en que se ha beneficiado y ayudado a los demás a través de su trabajo y vida entera.
El doctor Wingett ha dirigido talleres basados en la psicología individual de Alfred Adler en 18 estados de los Estados Unidos, Puerto Rico, tres provincias en Canadá y varios países de Europa.