Celebrando el Día de los Muertos en México

La peculiar y colorida tradición se celebra el 1 y 2 de noviembre, y consiste en montar altares con ofrendas como pan, fruta y dulce, en honor a algún difunto

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elsalvador.com

Por Hasmed Sermeño tendencias@eldiariodehoy.com

2014-10-23 7:00:00

Aunque la celebración del Día de los Muertos no es exclusiva de México, ya que su origen es mesoamericano, se ha convertido en un referente cultural de dicho país por la espectacular forma de celebrarlo.

La fiesta inicia el 1 de noviembre, día dedicado a los niños difuntos, y el 2 de noviembre está dedicado a los adultos.

Una de las tradiciones más emblemáticas de esta celebración son los altares, los cuales pueden variar, según la cultura, etnia o elementos disponibles en determinada región.

Generalmente incluyen el farol o estrella de luz, para “que los difuntos no pierdan su casa”; papel picado de colores que es la unión entre la vida y la muerte; y el banquete. Para celebrar la llegada de las ánimas se prepara la comida favorita del difunto (puede incluir alcohol, cigarros y dulces).

Otro de los elementos es el sahumerio con incienso o goma de copal, que representa el paso de la vida a la muerte y aleja los malos espíritus; un plato con sal para la purificación para que el alma no se corrompa; cruz de cal en el piso que representa los cuatro puntos cardinales; camino de flores de la puerta al altar para guiar el camino de las almas a la ofrenda, entre otros muchos elementos y creencias.

Sabores y colores

La comida es otro de los grandes atractivos de esta celebración. Ya que durante esos días se acostumbra comer el pan de muerto.

Los hay de diferentes estilos y formas. El más popular es redondo, cubierto de azúcar blanca o roja, con tiras que simulan huesitos. También con forma de esqueletos o animales. Los ingredientes varían dependiendo de la región, como es el caso de los panes cubiertos con ajonjolí, típicos de Xochimilco.

Las calaveritas no pueden faltar. Están elaboradas de azúcar o chocolate. También existen las calaveras literarias. Esta es una costumbre de recitar versos rimados con toque humorístico.

También se acostumbra a comer mole poblano y calabaza en tacha, entre otros.

El Día de los Muertos se celebra tanto en los cementerios como en las casas de los difuntos, en plazas públicas como El Zócalo (DF) y otras instituciones, llenando de colorido el país entero.

La Unesco distinguió en 2003 a la festividad indígena de Día de Muertos como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.