Papa Francisco abrió el Sínodo extraordinario sobre la familia

La familia es, para pontífice, la piedra angular de la sociedad "parte integral de su designio del amor (de Dios) por la Humanidad", y por ello es preciso "cuidarla"

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elsalvador.com

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2014-10-05 8:00:00

La Basílica de San Pedro del Vaticano acogió la misa solemne que abre la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia, convocada por el papa Francisco para abordar esta temática pastoral en el contexto de la evangelización.

La ceremonia, presidida por el pontífice argentino, reúne en el templo vaticano a las autoridades eclesiásticas y demás participantes que formarán parte de esta asamblea sinodal en la que, además, se tratarán otros temas “urgentes” como la pobreza, la inmigración o la violencia.

Tras la lectura del Evangelio, Francisco pronunció su homilía, en la que llamó a “cooperar” a los participantes en el Sínodo para cuidar de las familias y en la que criticó a “los malos pastores” que cargan sobre las personas “fardos” o responsabilidades que ni ellos mismos asumen.

Además recordó a los obispos que están llamados a “cultivar, dirigir y cuidar” al pueblo “con libertad, creatividad y laboriosidad”, una misión que -añadió- puede verse frustrada por “la codicia del dinero y del poder”.

El obispo de Roma recordó que las asambleas sinodales “no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver quién es más inteligente… Sirven para cultivar y guardar mejor la viña del Señor”.

El pontífice subrayó la responsabilidad del clero de “cuidar” de la familia pero alertó de que también los miembros de la Iglesia pueden tener “la tentación de apoderarse” de la sociedad (“viña”).

“El sueño de Dios siempre se enfrenta con la hipocresía de algunos servidores suyos. Podemos frustrar el sueño de Dios si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo”, añadió.

En esta asamblea sinodal participarán 253 personas, entre obispos, presidentes de Conferencias Episcopales de todo el mundo, jefes de Iglesias católicas orientales o miembros de la Curia Romana.

Estos encuentros tocarán a su fin el domingo 19 de octubre con la beatificación del papa Pablo VI, quien, además de concluir el decisivo Concilio Vaticano II, instituyó el Sínodo de Obispos.

“Los latidos de este tiempo”

El papa Francisco recomendó escuchar “los latidos de este tiempo” y percibir el “olor de los hombres de hoy” ya que, de ese modo, se podrá proponer con credibilidad “la buena noticia sobre la familia”.

“Para encontrar lo que el Señor pide a su Iglesia debemos escuchar los latidos de este tiempo y percibir el olor de los hombres de hoy, hasta quedar impregnados de sus alegrías y de sus esperanzas, de sus tristezas y sus angustias. En ese momento sabremos proponer con credibilidad la buena noticia de la familia”, catequizó.

El papa, además, aseveró que la familia continúa “siendo una escuela sin igual de humanidad” y una contribución indispensable para “una sociedad justa y solidaria”.

De cara al Sínodo, el papa invocó al Espíritu Santo para que conceda a los padres sinodales el “don de la escucha”, del “debate” y de la “mirada”.

La escucha para poder sentir “el grito del pueblo”, el debate “sincero, abierto y fraterno” para afrontar con responsabilidad los interrogantes que “este cambio de época” porta consigo, y “mirada” para no apartar la vista de Jesús, requisito “sine qua non” para afrontar los retos de la contemporaneidad.

“Con la escucha y el debate sobre la familia, amada con la mirada de Cristo, tendremos una ocasión providencial con la que renovar la Iglesia y la sociedad. Una Iglesia reconciliada y misericordiosa, pobre y amiga de los pobres, capaz de vencer con paciencia y amor las aflicciones que reciba tanto de dentro como del exterior”, dijo.

Durante el acto, tres parejas procedentes de diversos puntos de Italia recordaron sus experiencias con el matrimonio, y entre ellas destacó la de Nicola y Antonella.

Esta pareja romana, que se presentó con sus dos hijos -Paolo y Sara-, narró ante los miles de asistentes a la vigilia cómo su matrimonio se quebró a raíz de una infidelidad del marido.

Seis años después, la pareja se ha vuelto a unir y en la actualidad, según refirieron públicamente, su vida familiar está “completamente renovada”.

También hablaron Antonio y Roberta, de 31 y 25 años, respectivamente, y procedentes de la ciudad campana de Benevento (sur), quienes “poco a poco” y desde hace cuatro años están poniendo la base para su futura convivencia.

Un reto que, en la actualidad y según subrayaron, se ve dificultado por la crisis económica.

También ilustraron sus experiencias Marco y Margherita, un matrimonio piamontés con cuatro hijos que ha adoptado a una niña que se encontraba ingresada en un hospital.

El Sínodo es el primero desde la elección Francisco hace 19 meses y tiene le mandato de cambiar a una institución golpeada por una disminución de sus miembros en muchos países y escándalos que incluyen abusos sexuales contra menores por parte de sacerdotes e irregularidades en las finanzas del Vaticano.