La familia es la primera escuela en diferentes aspectos, entre ellos en la educación alimenticia y la creación de una dieta que puede marcar la vida de los niños, aún cuando ellos ya sean adultos y la conviertan en un estilo.
Quizá alguna vez se ha preguntado cuándo una persona opta por el vegetarianismo y no seguir una dieta normal como los demás, esto depende, entre otras cosas, de los hábitos alimenticios que existan en el hogar, porque es ahí donde desde pequeño se le enseña al niño qué comer, en qué cantidad y a qué momento.
“La costumbres alimenticias se heredan. Los hijos pueden seguir un tipo de alimentación. Lo vemos, por ejemplo, si una persona está muy arraigada a una alimentación saludable o no, en casos como la obesidad: padres obesos, tienen niños obesos, ¿por qué? Porque los niños siguen el mismo patrón de alimentación de los padres, entonces sí, es una cuestión familiar, hereditaria”, mencionó la nutricionista infantil, Karla Castillo.
Aunque la especialista también explicó que algunos incursionan en este tipo de dietas, sobre todo en la juventud, por la presión de grupos de amigos o compañeros de estudio, otros porque están en contra del maltrato animal y por lo tanto no gustan de comer carnes, hormonas y nutrientes con los que son preparados los animales de granja. No existe una edad específica en la cual una persona pueda adquirir estos hábitos alimenticios.
Existen clases de vegetarianos, estos son el ovolactovegetariano es aquel que consume huevos, lácteos y vegetales, pero no pescado ni carne; el lactovegetariano consume solamente vegetales y todo producto derivado de la leche (queso, crema, etc.); el apivegetariano consume solo un producto proveniente de animal: la miel y complementa su dieta con vegetales; quien se alimenta de vegetales y únicamente de carne de pollo es el semivegetariano; y el vegano no consume ningún tipo de carne ni alimentos provenientes de animales y solo come vegetales.
Este último tiene que obtener la vitamina B-12, producida por alimentos de origen animal y necesaria para el cuerpo, de formas alternas como medicamentos y suplementos.
Los niños vegetarianos
Desde el nacimiento el ser humano debe consumir leche materna hasta, por lo menos, los seis meses, esto es conocido como lactancia materna exclusiva. Después de este tiempo la lactancia se conoce como complementaria, ya que se acompaña de otros alimentos, como frutas y vegetales. A los nueve meses las carnes y otros derivados de animales, como los huevos, pueden incorporarse a la dieta.
“A los dos años los padres de un niño pueden, pero no deben, correr el riesgo que él sea vegetariano puro”, comentó Castillo. No existe una edad específica para que el infante adquiera un tipo de dieta como esta, pero es durante este periodo que ya ha consumido todos los nutrientes necesarios para su desarrollo y su alimentación irá acorde a la clase de vegetariano a la que pertenezca.
Por ejemplo, si el padre de familia quiere que su hijo sea vegano, debe llevarlo donde un nutricionista para que este se encargue de realizar una dieta planificada a partir del peso y tamaño del niño, porque se habla, no solo de un estilo de vida que el pequeño puede seguir, sino, que su organismo necesita de muchos nutrientes para su desarrollo. Igual sucede con las otras clases de vegetarismo, cada dieta debe ser supervisada por un especialista.
Según Castillo, el menú alimenticio para un niño vegano podría ser en el desayuno leche de almendra o soya con cereal fortificado y una porción de fruta, en la merienda matutina puede tomar un jugo de fruta; en el almuerzo berro con espinaca, sopa de espinaca, arroz, tortillas, muchos vegetales y jugo de naranja o limonada, ya que la vitamina C ayuda a que el hierro sea absorbido de mejor forma por el organismo.
En la merienda vespertina una combinación de semillas y en la cena, frijoles, plátanos y combinación con vegetales, y debe tomar un vaso de leche de soya o almendras.