El yogur, un elixir de la longevidad

Stamen Grigorov descubrió en 1905 la base científica de la producción del yogur, que se genera de forma natural al cuajarse la leche

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elsalvador.com

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2014-09-14 7:00:00

Elixir de longevidad, alimento, medicamento, desintoxicante, elemento dietético o afrodisíaco. Científicos en todo el mundo han confirmado y comprobado las maravillosas cualidades del yogur, un alimento básico, inventado hace más de un siglo por un búlgaro.

Stamen Grigorov descubrió en 1905 la base científica de la producción del yogur, que se genera de forma natural al cuajarse la leche de oveja o, más común en nuestros días, la de vaca.

El joven Grigorov era entonces asistente de la Cátedra de Bacteriología de la Universidad de Ginebra (Suiza).

Tenía apenas 27 años cuando descubrió que una bacteria provoca la fermentación de la leche y con ello las cualidades provechosos del producto, que en Bulgaria se conoce como “kiselo mlyako” (“leche agria”).

“Esta bacteria, en forma de palo minúsculo, sería denominada luego Lactobacillus bulgaricus”, explica Daniela Yordanova, directora del pequeño museo del yogur búlgaro, ubicado en la aldea de Studen Izvor, cuna natal de Grigorov.

El museo, de dos pisos, reproduce en la planta baja una habitación típica búlgara del siglo XIX, con alfombras, trajes nacionales, una pequeña mesa redonda y sillas de tres patas, y también molinos de aceite.

Hoy en día los especialistas en dietas han recomendado el yogur como alimento que ayuda a perder peso.

Además, el yogur tiene efectos favorables para los diabéticos y también disminuye los daños que la quimioterapia causa a los enfermos de cáncer.

Por su parte, un grupo de investigadores norteamericanos ha descubierto incluso que el yogur estimula la libido, otro efecto positivo de un alimento tan cotidiano y al mismo tiempo tan especial. —EFE